El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, presentó el martes la cárcel “más grande de América”, donde, aseguró, encerrará a 40.000 presuntos pandilleros, con quienes inició una “guerra” cerca de 10 meses.
El predio de 166 hectáreas tiene una decena de pabellones que ocupan 23 hectáreas, explicó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, en una cadena nacional de radio y televisión. Se trata, según manifestó, de la prisión más grande en todo el continente.
Llamada por el gobierno “Centro de Confinamiento del Terrorismo”, posee sistemas de vigilancia con circuitos de video y escáner para la revisión de quienes ingresen. ”Toda persona perteneciente a una estructura terrorista es la que va a ingresar a este centro de confinamiento”, aseguró el viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna.
La prisión posee además un muro perimetral de 2,1 kilómetros, que será vigilado día y noche por 600 soldados y 250 policías. En el interior la seguridad estará a cargo de guardias de la Dirección General de Centros Penales.
Las celdas son de concreto reforzado y tienen gruesos barrotes de acero y la prisión cuenta con pozos propios para extraer agua potable. El viceministro de Justicia y Seguridad Pública anticipó que los reclusos tendrán que trabajar.
“Los perfilados de alto rango de las pandillas, los corredores de programas, los gatilleros, todos los que pertenezcan a grupos terroristas, son los que van a estar aquí”, explicó Osiris Luna, quien, además, es director general de Centros Penales.
Ayer inauguramos el Centro de Confinamiento del Terrorismo…
Una gigantesca obra realizada en tan solo 7 meses, y que además es una pieza fundamental para ganar por completo la guerra contra pandillas.https://t.co/TSCkfl41EY
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 1, 2023
En el acto de presentación de la unidad, Bukele cargó contra sus antecesores. Afirmó que los gobiernos salvadoreños anteriores “tenían a los pandilleros (presos) con prostitutas, con (equipos de) PlayStation, con pantallas, con teléfonos celulares, con computadoras […], premiando al delincuente”.
El mandatario no precisó cuándo serán trasladados a la megacárcel los primeros de los casi 63.000 presuntos pandilleros detenidos en el marco de la guerra contra las pandillas declarada bajo su gestión.
Los masivos arrestos, criticados por organizaciones de derechos humanos, se amparan en un régimen de excepción que permite detenciones sin orden judicial. Fue aprobado por el Congreso a instancias de Bukele en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo pasado.
El viernes, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció que en las cárceles salvadoreñas hay un “hacinamiento extremo” como consecuencia de las detenciones sin orden judicial de sospechosos.
La veintena de cárceles del país tiene actualmente capacidad para 30.000 presos. Bukele había dicho inicialmente que la megacárcel estaría terminada en septiembre. Sin embargo, las autoridades no explicaron las causas de este retraso.
Una guerra contra las pandillas
Las maras son una organización de pandillas criminales cuyas actividades incluyen el narcotráfico, la extorsión, secuestro, asesinatos por encargo, entre otras. Durante muchos años, se apoderaron de gran parte del país centroamericano, convirtiéndolo en uno de los más peligrosos y con el mayor número de homicidios per cápita del mundo .
Con la llegada de Nayib Bukele al poder, se inició en 2019 un “Plan Control Territorial” con el fin de reducir la violencia en las calles. Así, en 2021, la tasa de homicidios alcanzó su nivel más bajo desde que terminó la guerra civil en 1992, con 18 homicidios por cada 100.000 habitantes, y saliendo ese año de la lista de los países más violentos del mundo.
Pero el 26 de marzo del 2022, El Salvador vivió lo que se conoció como “la jornada más violenta del siglo”. Ese día el Gobierno de Nayib Bukele reportó 62 homicidios -número récord de los últimos 20 años- que se los atribuyó una de las pandillas más importantes del país centroamericano: la mara Salvatrucha (MS-13).
El gobierno culpó de la violencia a la Mara Salvatrucha, sugiriendo que el aumento de la violencia fue una represalia por la toma del control del gobierno de dos rutas de autobuses en la capital, en las que las pandillas suelen extorsionar para obtener ingresos.
El Salvador cierra el mes de enero de 2023 con una tasa anualizada por debajo de 2 homicidios por cada 100,000 habitantes.
La tasa de homicidios más baja de todo el continente americano. https://t.co/jdUh2yy9bQ
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 1, 2023
De esta manera, el Gobierno de Bukele desplegó una respuesta inmediata decretando un estado de sitio y realizando capturas masivas de supuestos pandilleros, quienes se identifican por llevar tatuajes distintivos en gran parte del cuerpo. Desde entonces, más de 60 mil supuestos pandilleros terminaron en prisión.
A nivel nacional, la represión ha sido popular entre muchos habitantes. Sin embargo, grupos de derechos humanos han expresado su preocupación debido a los malos tratos de las fuerzas de seguridad hacia los detenidos como humillaciones y palizas que reciben los detenidos.
Inclusive, muchos de ciudadanos señalan ya no le tienen miedo a los pandilleros, pero en cambio, ahora le temen a la policía y al ejército, que han sitiado esa y una multitud de comunidades en todo el país. “Aquí los policías y los soldados tienen poder absoluto. Se pueden llevar a cualquiera solo porque les cae mal. Se han vuelto como otra pandilla”, comentó una habitante de La Montreal, una populosa colonia en el área metropolitana de San Salvador.
Con información de AP y AFP