Para los familiares y allegados del suboficial de la Policía provincial, Ángel Silvestre Grance (37), su muerte no fue un siniestro vial ni un accidente de tránsito, fue la concreción de las amenazas de muerte reiteradas que el conductor de la camioneta Ford F-100 le habría realizado en reiteradas ocasiones a su vecino en el barrio Néstor Kirchner, en la zona sur de Posadas.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Alberto Grance, hermano de la víctima fatal de la colisión registrada durante la madrugada del viernes 10 de febrero sobre la calle 79 en el barrio Los Patitos, apuntó que el efectivo policial (custodio de Casa de Gobierno) fue asesinado por el vecino a quien ya lo habían denunciado por atacar la vivienda donde residía con su esposa y dos hijos, e incluso haber ingresado a robar múltiples muebles y electrodomésticos.
“No fue un accidente. A mi hermano lo atropelló un malviviente que hasta le apedreó la casa. Lo insultaba por ser policía y lo amenazaba constantemente con que le iba a chocar la moto. Y lo hizo, no fue casual”, aseveró el familiar.
También se mostró sorprendido por la excarcelación bajo caución juratoria que ordenó el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, para el imputado provisoriamente por el delito de “homicidio culposo en accidente de tránsito”: “No lo puedo creer todavía, no se investiga que lo mató la misma persona que lo tenía amenazado, que le tiró piedras a la casa, que le entró a robar. Es llamativo que no se investigue esto, no fue un accidente, fue intencional”.
Fue enfático: “Ángel constantemente era insultado por este hombre que reside a pocos metros de su casa y, cada vez que lo veía volver o salir a trabajar, le gritaba que por ser policía lo iba a atropellar con la camioneta. Y eso fue lo que cumplió hace diez díaz, cerca de la medianoche del jueves”.
“Salió y lo esperó en la recta, la única calle asfaltada por la que se entra y sale del barrio. Cuando mi hermano salió con la motocicleta y su pareja, que se iban a cenar al barrio A4 donde viven los familiares de su compañera, este violento que vive alcoholizado aceleró y no le dio tiempo a que lo esquivara Ángel, se cruzó y lo chocó casi en la banquina o vereda de la calle. La mujer de milagro sobrevivió”.
“Estaba ebrio, lo confirmaron los análisis. Es increíble que no se den cuenta de que amenazó, premeditó y mató a un muchacho por ser policía, por llevarse mal, porque mi hermano no le permitía que moleste a los vecinos, porque era un estorbo para este sujeto”, agregó.
Alberto Grance aseguró que van a reclamar que la Justicia “haga algo para revertir esta causa, porque no fue un accidente, fue un homicidio. No puedo creer que a nosotros no nos llamaron para aportar información. Hay testigos de las amenazas a mi hermano“.
“Vamos a asesorarnos bien con un abogado y ver la posibilidad de que nos acepten como querellantes, pero no puedo creer que ya lo hayan soltado al sospechoso. Es un criminal para nosotros. Vamos a marchar el viernes próximo hasta el juzgado. Queremos que nos escuchen el juez y el fiscal, que reciban nuestra información y se den cuenta del error”.
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Lo sucedido
De manera oficial, hasta el momento, se estableció que Ángel Silvestre Grance, perdió la vida en el choque ocurrido en la intersección de las calles 79 y 220 del barrio Los Patitos, a las 0.55 del viernes 10 de febrero.
Una camioneta Ford F-100 que circulaba por la calle 79 colisionó la motocicleta 110 en la cual circulaban Grance y su pareja de 25 años, María Agustina Da Rosa.
Mientras se confirmaba el deceso de Grance en el lugar del impacto, se ratificaba que el test de alcoholemia al conductor de la camioneta realizado por la Policía Científica dio positivo: 1,94 gramos de alcohol por litro de sangre, el cuádruple de lo permitido por la ley nacional de tránsito y agravado en el Código Penal Argentino.
Según los resultados forenses en la Morgue Judicial, Grance sufrió aplastamiento de pulmón y espalda. La camioneta lo aprisionó contra el asfalto y su muerte fue instantánea.