Carlos Manuel Garrido, presidente en Argentina de “Proyecto Inocencia” (“Innocence Project”), Camila Brenda Calvo y María Dinard, también integrantes de esta asociación de abogados, presentaron ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación la solicitud para ser admitidos como “amicus curiae” (amigos del tribunal) y asesorar en el análisis de la apelación presentada contra la condena a prisión perpetua para Jorge Alberto De Jesús (50), condenado en abril de 2015 por el Tribunal Penal 2 de Posadas por el femicidio de la comerciante panadera Ramona Mercedes Gauto (37), asesinada a golpes en un departamento céntrico el sábado 29 de mayo de 2010.
La presentación de “Innocence Project”, organización internacional que en el país tiene como referente al expiloto y cineasta Enrique Piñeyro (director del film “El Rati Horror Show”), se concretó esta semana y tiene como objetivo acompañar y asesorar en el estudio de la apelación de la sentencia mencionada ratificada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Misiones, en mayo de 2015.
De acuerdo a la presentación a la que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN, “la sentencia (a De Jesús) presenta serios problemas en términos de la legitimidad de la prueba. Los argumentos sobre la culpabilidad se fundan en dos cuestiones: los antecedentes de violencia familiar y una marca hallada en el rostro de Ramona Gauto que el médico autopsiante detectó y que dos oficiales de policía licenciados en criminalística identificaron como coincidentes con la suela del calzado perteneciente a De Jesús”.
En el planteo que lleva la firma de los letrados Garrido, Dinard y Calvo, se sostiene que “tanto el informe de los criminalistas como el perfil psiquiátrico realizado al acusado plantean interrogantes sobre su validez. El primero, porque aporta información de baja calidad al consistir en una evaluación de dudosa técnica científica. El segundo, porque es utilizado más allá de lo debido, para tener por probada la autoría a partir del contexto de violencia de género del que Gauto fue víctima. A la par, los jueces omitieron considerar posibles líneas de investigación que podrían arrojar luz sobre la verdad de lo sucedido sin explicar los motivos que los llevaron a ello, lo que afecta el debido proceso y vulnera el derecho de defensa del acusado”.
También puntualiza que “el tribunal revisor (STJ) omitió realizar un análisis exhaustivo de la condena, con base en las reglas de la sana crítica racional, lo que según el Código de Procedimiento Penal de Misiones acarrea la nulidad de la sentencia (artículo 420)”.
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“Endebles”
Para Proyecto Inocencia las “pruebas endebles” tal como las califica en esta causa, violaron el principio “in dubio pro reo” (la duda beneficia al acusado).
Cuestionan una pericia considerada determinante para la condena del TP-2 de Posadas, y corresponde a la marca del rostro de Gauto de la suela de una zapatilla de De Jesús. Para los jueces Marcela Leiva, Martín Roque González (hoy jubilado) y Marcelo Cardozo la huella describió la gran cantidad de golpes que recibió la víctima.
Para “IP Argentina”: “Los criminalistas plasmaron lo que parecen ser sus observaciones sobre la suela y la fotografía de la autopsia, sin identificar ninguna otra metodología de análisis más allá de la propia observación (…) dicen haber realizado un cotejo-confronte entre la impresión romboidal en el rostro de la víctima con la impresión indubitada obtenida de la zapatilla marca Diportto talle 41 y concluyeron que hay coincidencia morfológica entre el diseño obrante en el rostro de la víctima con la figura geométrica de forma romboidal de la suela de la zapatilla derecha (…) Sin embargo, esta acrítica convicción en la sentencia es cuestionable porque se ignora el conocimiento científico disponible. En este caso, no sólo los expertos no explican qué técnica aplicaron para el procedimiento y conclusiones, sino que, además, el ‘cotejo-confronte’ se trata de una disciplina poco confiable con un alto margen de error”.
Las conclusiones sobre la salud mental del acusado tampoco habrían cumplido con los requisitos correspondientes: “Del peritaje psiquiátrico los jueces valoran los datos aportados por peritos médicos psiquiatras que diagnosticaron a De Jesús con trastorno disocial de la personalidad. Una modalidad discursiva tendiente a proyectar en otros la responsabilidad de sus conductas, exaltación de sus atributos y desapego afectivo en relación al contenido del relato como si no estuviera involucrado emocionalmente, rasgos compatibles con trastorno de la personalidad. Pero lo más importante es que este diagnóstico se realiza a partir de la lectura del expediente y que no hay constancia de cómo se llevaron adelante las evaluaciones, si se realizaron test psicométricos o si se mantuvieron entrevistas, etcétera. Para poder realizar un diagnóstico de este tipo, los expertos deben basarse en evaluaciones que midan rasgos psicopáticos y de personalidad. De lo contrario, es muy difícil llegar a ese tipo de diagnóstico”.
“Contexto, no prueba”
Según la presentación, el contexto de violencia de género en el que Gauto habría estado inmersa a manos de De Jesús fue tomado como determinante a partir de una denuncia de la víctima fatal presentada en marzo de 2009.
Pero cuestionaron que “para ser considerada eficiente según la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer una investigación debe considerar todos los puntos posibles para la determinación de los hechos y la sanción de los responsables. El mismo protocolo establece que contextualizar un hecho de violencia sirve para investigarlo adecuadamente y no para demostrar la autoría del hecho”.