Al cierre del 2022, de acuerdo al Ministerio de Economía de la Nación, el déficit subió a 3,4%. Es decir, se gastó de más. Una de las variables para medir el gasto público es el Producto Bruto Geográfico (PBG), y desde 2004 a 2022 ha mostrado que 19 de las 24 jurisdicciones del país han tenido un crecimiento de su gasto superior al crecimiento de su economía.
En Santa Fe, mientras su PBG aumentó un poco más de un 50% entre 2004 y 2022, su gasto público acumulado fue de más de 120%, en Chaco su PBG acumulado fue de 88% y el gasto acumuló un aumento de 117%, San Juan con un PBG de 59% acumulado aumentó su gasto público en más de un 106%.
Es decir, provincias donde el nivel de gasto crece por encima de su economía no son autosuficientes por lo cual solicitan ingresos extra a la Nación incrementándose el déficit fiscal y la presión tributaria sobre todos los habitantes del país.
Misiones se encuentra en el séptimo lugar del ranking elaborado con datos de la IERAL y le caben las generalidades de la ley: el crecimiento del gasto público (87,6%) fue superior al crecimiento de su economía (48,1%) en ese período de 18 años.
Ocurre en la mayoría de las provincias argentinas. No se adecuan a los acuerdos de responsabilidad fiscal, que implica gastar menos o lo mismo que se produce o genera: no endeudarse, básicamente.
Es de esperarse que si la producción aumenta en el tiempo los gastos de las provincias deberían ir en relación a estos valores para llegar a un equilibrio. Sin embargo, en los últimos 18 años mientras la producción aumenta “aritméticamente”, los gastos aumentan “geométricamente”, indica el informe.
Gasto por habitante
También se puede medir el gasto acumulado por habitante, pero eso depende de los recursos con los que cuenta cada Estado, como la coparticipación y la recaudación propia.
En este caso, Misiones tuvo un gasto público por habitante de $172.878 acumulado al tercer trimestre de 2022.
En la segunda tabla la provincia se encuentra en la mitad de abajo. Y esto se explica, principalmente, por el reparto desigual de la coparticipación donde, si se mide por habitante, la tierra colorada es la que menos recibe de todo el norte del país.
Por cada formoseño, por ejemplo, el gasto público fue de $239.264 en el mismo período; por cada chaqueño $221.754 y por cada correntino fue de $147.408, a pesar de que Corrientes recibe más fondos.