Un comerciante de Gobernador Virasoro, Corrientes, que era buscado desde diciembre tras ser señalado en Cámara Gesell por la víctima de haberla abusado sexualmente, fue atrapado ayer por la mañana en la cabecera argentina del puente Santo Tomé-San Borja, cuando intentaba reingresar a la vecina provincia.
El procedimiento fue montado por los investigadores y uniformados de la Unidad Regional V de Santo Tomé y la colaboración de efectivos de Gendarmería Nacional.
Sin alternativas para escapar, el acusado de 42 años descendió de su vehículo y fue esposado de inmediato y puesto a disposición del juez de Garantías, Alfredo Hernán Behr y del fiscal José Luis Cazarre.
Como lo publicó PRIMERA EDICIÓN oportunamente, este hombre es investigado no sólo por el abuso sexual de la menor, también por los actos de amedrentamiento a los familiares de la víctima.
El caso conmocionó Virasoro durante la Navidad del año pasado y la niña, según lo remarcó en su relato, fue violada por el padre de sus amigas y vecinas.
Los rastros en el cuerpo de la menor fueron corroborados con el primer examen el viernes 23 de diciembre en el hospital de Virasoro y cuyas conclusiones fueron enviadas al fiscal Cazarre.
Pero el funcionario judicial emitió una orden de restricción de acercamiento para el acusado y sus allegados o familiares.
Esta orden no fue cumplida ni por el señalado como autor del delito contra la integridad sexual, como tampoco por sus parientes. Y no sorprendería la desobediencia ya que el presunto victimario reside en el edificio lindante a la vivienda de la víctima.
Los padres asustados tomaron a sus cuatro hijos, el mayor de 10 años y el menor de cuatro meses y escaparon para ser alojados por familiares en otro punto de Virasoro.
El padre de la niña dialogó hace dos meses con este Diario. Confirmó que recurrió a la policía cuando “ella (víctima) nos respondió ‘me duele’ cuando le preguntamos qué le pasaba porque la notamos atemorizada. La revisó la mamá y no dudamos en ir al hospital para que la revisen y cumplan lo habitual de estos casos. Pero nos enviaron a realizar primero la denuncia a la comisaría, fuimos y la hicimos pero recién el viernes por la mañana se la revisó y certificaron los daños genitales”.
La menor no dudó en indicar quién le provocó el daño: “Nos desesperamos y sorprendimos porque nos dio el nombre de nuestro vecino que tiene un comercio de distribución de alimentos al lado del edificio donde vivimos y a cuya casa en el fondo mi hija iba a jugar con los hijos de este hombre”.
“Después de la denuncia y la orden de restricción sufrimos que los hermanos del acusado vengan a amenazarnos a mi casa sin respetar la medida judicial ni preocuparse por las niñas. Ahí tuvimos que recurrir a familiares y escondernos prácticamente en otro domicilio. Fue la única manera que pudimos pasar la nochebuena sin que se note el temor y al menos mi hija fue rodeada de cariño”.
“Mi hija padece retraso madurativo, le cuesta mucho expresarse pero no dudó en decir quién la lastimó, hasta señaló que fue el papá de su amiguita”.
Los detalles que brindó la víctima en Cámara Gesell fueron coincidentes con lo que indicaron en la denuncia policial, por lo que el juez de Garantías y el fiscal, solicitaron la detención del autor indicado.
Cuando la policía intentó cumplir con la orden el comerciante ya había desaparecido. Ahora deberá responder sobre el delito que se imputa provisoriamente como “abuso sexual con acceso carnal” (artículo 119 del Código Penal).