Diferentes consultoras privadas indicaron que el rubro de los alimentos fue el que tuvo mayor impacto en la inflación general, en los últimos seis años, pese al esfuerzo del Gobierno de mantener un acuerdo de precios.
Desde la consultora Ecolatina, por ejemplo, indicaron que “de excluir este rubro, el IPC habría trepado 4,4%”. Además agregaron que “como esperábamos, el aumento fue traccionado principalmente por el salto en los precios de la carne vacuna (subió 25,8% en la variación mensual), que respondieron al incremento en el precio de la hacienda en pie, más asociada al consumo interno, que fue del 50% desde la segunda quincena de enero”.
La carne explicó 1,3 puntos del aumento del nivel general. Como consecuencia de la sequía y una menor oferta, las frutas (+17,9%) y verduras (+10,4%) siguen subiendo muy por encima de la inflación general. En la misma línea, según la consultora LCG, durante la última semana de febrero los alimentos y bebidas volvieron a tomar impulso con un aumento del 1,6% semanal.
De esta manera, el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 6,8% promedio para el mes pasado. Por ejemplo, la carne tuvo un aumento mensual del 12,1% y los lácteos y huevos del 8,3%.
Por otro lado, según la consultora Orlando Ferreres, la inflación de febrero fue de 6,4% mensual y registró un crecimiento interanual de 101,5%. Según C&T, los precios minoristas para la región GBA subieron 6,2% en febrero, alcanzando el 105% anual.
Para la Fundación Libertad y Progreso, el IPC alcanzará los 5,7% mensual, redondeando un 100,7% anual. Y desde Aurum Valores señalaron que la expectativa de inflación de febrero se ubica en 6%.
Dólar 2023: el nuevo pronóstico del mercado
Una interesante y útil perspectiva sobre lo que viene se puede encontrar en la encuesta REM del Banco Central, que concentra nuevos pronósticos sobre lo que pasará con el precio del billete estadounidense en 2023.
La autoridad monetaria publicó este viernes los resultados del sondeo mensual que realiza entre consultoras y analistas de la City. Allí, los expertos comparten sus pronósticos para el precio del dólar, la inflación y el crecimiento del PBI.
Los agentes del mercado financiero agrupados en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) estimaron que el tipo de cambio oficial mayorista alcanzará los $330,47 por dólar a fin de diciembre de 2023.
Se trata de una ligera suba con respecto al pronóstico de $327,75 del REM previo. Esto indica que el mercado sigue expectante y no ha modificado demasiado sus perspectivas, que implican un avance del dólar oficial en línea con la inflación.
En paralelo, del relevamiento surge que los analistas prevén un precio del dólar de $693,61 para diciembre de 2024. Aquí se nota una intensificación de la expectativa devaluatoria poselectoral, dado que en el anterior REM la cifra prevista era de $615,31.
Precios: ¿qué pasará con la inflación?
Los participantes del REM previeron también que la inflación de febrero de 2023 ascendió al 6,1%. Además, los analistas del mercado proyectaron que la inflación minorista acumulará durante 2023 un 99,9%, una suba respecto del 97,6% que habían estimado el mes pasado.
Asimismo, el pronóstico de inflación para el año 2024 es de 81,7%, mientras que el pronóstico para 2025 es de 53,8%.
Las metas planteadas por el Ministerio de Economía en el presupuesto 2023 fueron de un 4% de inflación mensual en abril y un 60% anual.
Sin embargo, las expectativas de los analistas privados sobre la economía argentina determinaron que la inflación de febrero de 2023 rondará el 6,1%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA).
Asimismo, para diciembre de 2023, quienes participan en el REM proyectaron que la inflación general alcanzará el 99,9%, es decir, 2,3 puntos porcentuales por encima de la previsión proyectada en el relevamiento anterior, y casi 40 puntos más que el objetivo del Gobierno. Asimismo, se elevó el pronóstico de inflación para 2024 y 2025, hasta 81,7% y 53,8%, respectivamente.
Rumbo al 20% en el primer trimestre del año
A esta altura, ya con el inicio de marzo encima, Sergio Massa quiere -aunque sea- una pequeña revancha en medio de la aceleración inflacionaria: que el índice de febrero empiece con “5”, y no con el “6” que están pronosticando las consultoras que habitualmente monitorean la evolución de la inflación.
Los precios de los alimentos volvieron a liderar las subas, de acuerdo a los testeos que también realizan el Gobierno y el Banco Central.
Los últimos relevamientos dieron una inflación que comienza con “6”, pero todavía faltaba relevar los últimos días del mes en los que, aparentemente, no hubo grandes modificaciones en los precios.
La “obsesión” de Massa por unas décimas menos no se relaciona, obviamente, con algo de la propia dinámica inflacionaria. Más bien se vincula a las expectativas que el titular de Hacienda quiere poner en juego: demostrar que la inflación, al menos, no empeoró. La clave se conocerá el próximo martes 14, cuando el INDEC oficialice la inflación de febrero.
Está claro que de ninguna forma, el ministro podrá cumplir con su promesa de un IPC que empiece con “3” en abril. La inflación, finalmente, rondará el 20% en el primer trimestre del año. Muy lejos de las necesidades políticas del jefe de Economía.
¿Suba de tasa?
Massa y Miguel Ángel Pesce vienen evitando una nueva suba de las tasas de interés a pesar de la escalada inflacionaria. Y de los reclamos del FMI.
Fuentes del equipo económico dijeron a iProfesional que esta vez tampoco habría un ajuste en el costo del dinero. El argumento es que “la tasa sigue siendo positiva”, aun cuando se vino incrementando en los últimos meses. La condición del FMI es que la tasa de los plazos fijos vayan por delante del IPC.
Hoy en día, la tasa efectiva anual (TEA) de los depósitos asciende al 107%, unos puntos por encima del 100%-101% anual de la inflación de febrero. No obstante, esa brecha vino bajando al ritmo de la suba de precios.
Para Massa y Pesce, la realidad es que el actual rendimiento de los plazos fijos sirve en la práctica porque los ahorristas se mantienen en los bancos y no sacan los pesos para pasarlos a dólares.