Emma Zippan, la niña más pequeña en recibir un trasplante de corazón en el país, volvió ayer a la provincia, donde festejará su primer añito junto a sus papás (Ariel y Natalia) y sus hermanos (Máximo y Coti).
“Fueron siete meses de ausencia y de un proceso largo y doloroso. Hoy está con nosotros gracias a una familia que dijo sí a dar vida, a la donación”, expresó muy emocionada su mamá al bajar del avión con su hija en brazos.
“Agradezco a todos los que se preocuparon y se siguen preocupando por Emma, los que rezaron y no nos dejaron solos en ningún momento”, comentó entre lágrimas, mientras Emmita observaba curiosa a las personas que fueron al aeropuerto a darle la bienvenida.
Apenas cuatro meses y trece días pasaron desde el día que recibió el trasplante en el Hospital Italiano, “el único centro de alta complejidad que aceptó recibirla porque al menos hasta el año pasado, el Garrahan no estaba recibiendo a pacientes tan chicos para trasplantes de corazón, porque es muy frecuente que necesiten un corazón artificial hasta que llegue el órgano del donante y ese equipo llamado Berlín no lo estaban usando en bebés. En el caso de Emma, gracias a Dios no necesitó que la conectaran al corazón artificial en el Italiano porque llegó el órgano en tiempo récord”, contó a PRIMERA EDICIÓN el presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), Lisandro Benmaor, quien coordinó personalmente, junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad y el ministro de Salud Pública (Oscar Alarcón), el operativo de traslado, derivación y, más recientemente, todo lo necesario para la internación domiciliaria en un departamento ubicado justo enfrente del Hospital Italiano.
“Feliz es poco”
“Feliz es poco para describir como nos sentimos hoy. Emma vino para algo especial en este mundo. Los médicos nos dijeron que su caso es único en Sudamérica. Uno que no es un experto a veces no dimensiona todo lo que pasó, pero ellos nos dijeron que su caso es muy peculiar”, contó su papá, Ariel Zippan, a PRIMERA EDICIÓN.
Muy agradecido, Ariel aseguró que “en todo este tiempo recibimos muchas bendiciones… a veces hasta nos preguntamos si somos merecedores de tanto”.
No fue sencillo retornar a la Tierra Colorada, “debimos pasar por muchas autorizaciones y trámites para ‘repatriar’ a Emma. Estamos muy emocionados porque los médicos la autorizaron para viajar en un vuelo comercial; por eso hicimos todos los papeles para la aerolínea que es quien tiene la última palabra, y logramos esta autorización este jueves a la nochecita”.
Un festejo muy especial
Según recordó Ariel, “viajamos a Buenos Aires el 10 de septiembre pasado, justo el día de mi cumpleaños, y ahora volvemos para el cumple de Emma que es el 17 de marzo”.
El festejo del primer año de Emmita es un gran dilema familiar: “Queremos que vaya a saludarla todo el mundo, todos los que quieran ir, pero no podemos exponerla. Por eso, a todos los que quieran ir les decimos que son bienvenidos, pero ella los saludará desde adentro de casa. Tenemos que cuidarla mucho porque es inmunosuprimida y no queremos arriesgar nada”.
Para poder acondicionar la vivienda, Ariel y sus otros dos hijos regresaron unos días antes “además, los chicos empezaron la escuela en la provincia: Máximo ingresó al primer año de la secundaria en el Instituto Crucero del Norte y Coti empezó sexto grado en la Escuela 828”.
La estadía de Emma en Garupá será solo de unos días: “Mi señora y yo volveremos con ella después de su cumpleaños, porque la atención de Emma requiere al menos dos personas. Con Natalia nos turnamos para hacer las guardias para poder descansar y ahora que volví a Msiones, se quedó mi suegra con ellas”.
Emocionado, Ariel contó que su hija ya dijo su primera palabra: “dijo papá y lo tenemos registrado en la memoria, porque fue en medio de una llamada telefónica… no me dio tiempo a grabarla”. Recordó, además, que “está a punto de gatear, es como una maquinita de energía”.
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Un milagro
“La historia de Emma es un milagro ya que se dieron miles de circunstancias favorables: un diagnóstico rápido en el Hospital Pediátrico de Posadas, un tratamiento acorde en terapia intensiva pediátrica donde permaneció varios meses y, cuando se definió la necesidad del trasplante cardíaco, logramos que el Hospital Italiano la acepte al día siguiente. Todo fue muy rápido, Salud Pública puso a disposición el avión sanitario, y menos de un mes después, cuando ya lograron compensarla, llegó un corazón de un bebé donante, lo cual es muy poco frecuente”; recordó el presidente del IPS, al tiempo que destacó el concepto de ´familia donante´ porque “se trata de la voluntad de los papás que pierden un hijo y deciden donar para salvar una vida”.
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