Es el mejor regalo de cuatro palabras que podemos decir a las personas que están en nuestro entorno y a nosotros mismos.
Lo que hoy hacemos está movido por lo que en el pasado pensamos que podíamos, por lo que esta frase de tan solo cuatro palabras nos permite crear y hacer realidad lo que soñamos.
Cuando decimos a las personas que están a nuestro alrededor: “Yo creo en vos”, estamos diciéndoles que valoramos su criterio, su forma de hacer las cosas, sus dones particulares y que vemos en ellos personas maravillosas dispuestas a vivir plenamente.
“Yo creo en vos” es sin dudas una frase de poder; ante cada desafío mirar a los ojos y decirle a alguien con convicción, o a nosotros mismos: “Yo creo en vos”, hace que las ventanas se abran, el cerebro empiece a generar opciones para alcanzar lo buscado y una fuerza inesperada nos envuelva por completo.
Muchas veces los padres nos preocupamos por el futuro de nuestros hijos, queremos evitarles sufrimientos, acortarles los caminos y les transmitimos lo que hemos aprendido o también nuestros miedos; pero nada mejor para ellos que tener la certeza de que creemos en ellos.
Lo mismo ocurre con nosotros. La vida se mueve muy rápido y estamos sometidos a constantes desafíos que muchas veces nos perturban. Lo indicado es cerrar los ojos, buscar nuestro centro y decirnos: “Yo creo en vos” hasta sentir cómo nuestro cuerpo recobra la calma y nuestra alma se empodera para hacer frente a lo que sea.
Esta frase no implica que no vamos a cometer errores, porque de ellos se aprende. Significa que, suceda lo que suceda, vamos a tener la capacidad para salir adelante. Son palabras que despiertan a nuestro gigante dormido, reavivan nuestra confianza, nos ayudan a transitar los momentos difíciles donde no podemos ver qué hay del otro lado, y nos dan la calma necesaria para ver las opciones que siempre tenemos, pero a veces solo hay que mirar mejor.
“Yo creo en vos”, un regalo de cuatro palabras que potencian toda nuestra vida.