A fuerza de no poder afrontar los precios o no estar dispuestos a ofrecer inmuebles, a nadie escapa que la ley de Alquileres vigente desde 2020 es un fracaso total. Al día de hoy, el enorme porcentaje de personas que alquila vio cómo su situación se fue agravando desde junio de 2020, cuando se sancionó la ley 27.551, que prometía traer alivio para inquilinos y soluciones para propietarios.
Desde entonces, son cada vez más notorias las dificultades que enfrenta el mercado en un país con evidente déficit habitacional. A propósito, según el Banco Interamericano de Desarrollo, en Latinoamérica una de cada cinco personas alquila; es decir, un 20% en promedio. Sin embargo, en la Argentina la cifra es mucho más alta y alcanza un 34%, lo que representaría a más de 6,5 millones de personas.
Sobran las evidencias que describen el fracaso de una norma que llevó varios meses de maduración y, así y todo, persisten hoy las diferencias entre el oficialismo y la oposición en el Congreso Nacional para abordar un nuevo marco regulatorio.
Es así que, frente a la falta de consensos y la gravedad que representa la situación para millones de personas, surgió ahora un pedido por derogar la ley vigente y volver a la anterior. Frente a la incapacidad dirigencial, mejor malo conocido… que esto que es peor.