Seis comunidades mbya que habitan la zona de Puerto Mado, al norte de la provincia, se unieron para denunciar nuevamente la condición en la que viven: sin luz, o con instalaciones eléctricas precarias que ponen en riesgo de electrocución a sus habitantes, y sin acceso al agua potable.
Ayer, los caciques de las comunidades Yvoty Porã, Takuapí Mirí, Aguai Poty, Ysysy, Tekoa Renacer y Aguaray Miní presentaron una nota formal ante el Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia en la cual, además de pedir una solución urgente, dejaron constancia de la situación insostenible en la que viven y aclararon que, tanto la Dirección de Asuntos Guaraníes como el Municipio de Colonia Delicia, “serán los responsables en caso que suceda algún inconveniente”; ya que conocen la situación y no toman cartas en el asunto.
Con dificultades, los caciques hicieron referencia a dos situaciones particulares que ponen en peligro a los habitantes de las comunidades y que podrían desencadenar una tragedia: primero, las precarias instalaciones eléctricas sostenidas por alambres, que tambalean y chispean cada vez que llueve; y segundo que, como tres de las seis aldeas no cuentan con agua potable, sus habitantes deben caminar hasta 500 kilómetros para conseguir un poco del líquido vital, atravesando inevitablemente la ruta 12, donde los autos pasan a gran velocidad. Así lo explicó Dalmacio Ramos, el cacique de la comunidad Ysysy, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“Somos seis comunidades que venimos todos juntos a pedir luz y agua, porque creemos que toda la humanidad tiene derecho a acceder al agua limpia para tomar”, explicó Dalmacio.
En particular, en la comunidad Ysysy son 35 familias, y aproximadamente 60 niños y niñas: el sector más perjudicado ante los cortes y la falta de luz ya que; además del intenso calor, la escuelita dentro de la aldea deja de funcionar, explicó el Cacique.
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El drama de vivir sin agua
En cuanto al vital líquido, si bien Ysysy cuenta con agua potable, “estamos cerca de la comunidad Yvoty Porá, que no tiene y que usa solo lo que obtienen de una vertiente de arroyo”, explicó.
Antes, por la cercanía, la comunidad Yvoty Porá acudía a Ysysy a buscar agua potable, pero dejaron de hacerlo porque debían pasar por la ruta 12 y, meses atrás, un auto casi atropella a un pequeño de la comunidad.
A su vez, el drama de vivir sin agua potable se replica en las comunidades Takuapí Mirí y Tekoa Renacer.
Sobre eso, Ramos aclaró que ya acudieron a la Dirección de Asuntos Guaraníes y al intendente de Colonia Delicia. Este último había prometido renovar las conexiones eléctricas y de agua. Sin embargo, luego de las promesas, nadie apareció.
Es por eso, y cansado de tantos pedidos, que el cacique arremetió: “Nosotros también somos ciudadanos argentinos y tenemos derecho a tomar agua limpia y tener electricidad. El Estado sabe y no hace caso. Nos cansamos de callarnos”.