Tras un litigio que duró más de dos décadas, las comunidades mbya guaraní que habitan el gran Valle del Cuña Pirú, obtuvieron ayer la titularización de sus tierras, que estaban en manos de la Universidad Nacional de La Plata. La firma del documento se realizó en la Escribanía Mayor de Gobierno de la provincia con la representación de los caciques de las aldeas Ka’aguy Poty, Kapi’i Poty, Ka’aguy Mirĩ Rupa, Yvy Pytã e Yvytũ Porã.
Se trata de un espacio de 6.035 hectáreas que había sido donado por la empresa Celulosa Argentina a la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) en el año 1992, sin tener en cuenta que allí habitaban desde hace más de 100 años familias mbya.
Tras la firma del título, José Catri Duarte, cacique de la comunidad Ka’aguy Mirĩ Rupa, dijo a PRIMERA EDICIÓN: “Estoy acompañando en este día importante para nosotros porque fue una lucha constante. Valió la pena, ya que esa era la meta: conseguir el título para las comunidades”.
Es que fue un camino duro, cansador y tedioso para el pueblo mbya hasta llegar a este momento: el del histórico reconocimiento de sus tierras. Fue en 2001 que comenzó la lucha legal, cuando los integrantes de las comunidades solicitaron el acompañamiento del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA).
Aunque el acuerdo mediante el cual la UNLP manifestaba su voluntad de transferirles la propiedad de forma definitiva se había firmado en marzo de 2019, hubo que esperar cuatro años para la escrituración, que sucedió ayer.
“Es un momento histórico gracias a Dios. Él estuvo con nosotros en los momento difíciles porque cuántos miles de kilómetros viajamos y cuánto nos cansamos. Dos de los caciques que lucharon por esto ya murieron pero, gracias a Dios, estamos en pie nosotros”, expresó por su parte, Lidio Giménez, miembro de Ka’aguy Poty y que supo ser también su cacique.
Mientras que Vasco Baigorri, de EMiPA, mencionó que las comunidades se pusieron al hombro la lucha por este territorio en Aristóbulo del Valle y que muchos le dieron la espalda a su reclamo.
“Las comunidades no tuvieron jamás un acompañamiento de la provincia. En su momento, cuando Arnulfo Verón era director de Asuntos Guaraníes, fue a apoyar a la UNLA en contra del reclamo de las comunidades”.
En esa misma línea, agregó: “Cuando las comunidades ganan este juicio, aparece el intendente de Aristóbulo reclamando tierras para la localidad. Ahora hay una inmensa intrusión en esas tierras, con gente que tiene negocios sobre la ruta (7)”.
Desde el lado de la Universidad Nacional de La Plata, su presidente, Martín López Armengol, aseguró: “Este momento no me lo olvido más. Ha sido una lucha de muchos actores; en donde algunos de ellos ya no están. Es un reconocimiento a quienes hicieron mucho por esto y para nosotros un momento de disfrutarlo. Todo lo que refiere a los derechos humanos forma parte de nuestro discurso y de acciones concretas”.
Mientras que el vicepresidente de la Casa de Estudios, Fernando Tauber, recordó: “Cuando recibimos el reclamo de restitución de los Pueblos Originarios que habitaban en el Valle, tuvimos que digerirlo, contestamos en otro idioma y pensando que ofrecíamos una respuesta progresista. Le proporcionábamos una gestión conjunta de la tierra; y ellos nos explicaban que estaban desde antes que la Argentina fuera conformada como tal, que un pedazo de tierra no les servía para labrar, que su cultura era a través de la caza, la pesca, el monte. Tardamos 20 años en terminar de comprenderlo”.