Mañana, el Sábado de Gloria, es el día en que la comunidad apostoleña participa en forma masiva en la bendición de los alimentos pascuales. Con el correr de los años esta tradición superó límites y cada vez son más los visitantes que se acercan con sus canastos con huevos y pan para sumarse a esta experiencia del rito pascual.
Como todos los años, la celebración central se realizará a las 19 en frente de la Iglesia San Pedro y San Pablo, ubicada en frente de la Plaza San Martín y aledaña a la plaza Sarmiento, pero previamente habrá bendiciones en las distintas capillas barriales y en la parroquia Santísima Trinidad de rito bizantino Ucraniano.
El padre de la Iglesia San Pedro y San Pablo, Alejandro Cañete, indicó que este año “habrá cuatro filas en las veredas para facilitar la bendición y que sea más ágil el paso”.
Las costumbres de inmigrantes de las diferentes colectividades están muy arraigadas en esta ciudad, entre estas los huevos pintados o la bendición de las canastas. Susana Boyko, de la comunidad polaca, destacó que “cada momento de la Semana Santa estará jaspeado de cuidadas ceremonias, como cuando el domingo el jefe de familia toma el huevo duro, sin cáscara, lo corta en tantas porciones como comensales estén sentados a la mesa, y lo sirve a cada uno deseando Felices Pascuas”.
Recordó que el símbolo del huevo es muy antiguo, primero fue pagano, luego la Iglesia lo fue tomando como objeto, deseando felicidad con él, con el chocolate y su historia.
“Es muy bueno que los jóvenes sigan esta historia, porque Apóstoles es la cuna de la colonización con polacos y ucranianos, todos ellos trajeron esas costumbres y todo el pueblo las adoptó. No hay otro lugar en Argentina con estas características, aquí no hay excepciones, aquí se reúnen todos los lugareños, no solo los descendientes”, apuntó Boyko.
Historia del huevo de Pascua
La costumbre del tradicional huevo de Pascua data de hace siglos. Nace de mitos paganos reintegrados por los cristianos. A partir de San Agustín, comienza a adquirir el significado místico de la resurrección y, al regalarlo, los cristianos expresan su fe en la salvación del alma.
El huevo de chocolate nace en la corte de Versalles; en el siglo XVI, Francisco I de Francia recibió el primer huevo con “sorpresa” que haya quedado documentado, en su interior encontró una miniatura grabada que representaba la pasión. Según cuenta una leyenda, la figura del conejo se asoció a la Pascua cuando una mujer que pintaba huevos para sus hijos, tenía la costumbre esconderlos para que éstos los encontraran. Cierta vez, cuando los pequeños los hallaron, un conejo saltó del nido, por lo cual pensaron que el animalito había traído el obsequio y así comenzó la historia que sumó tradición.
Uno de los referentes de la colectividad ucraniana, Gabriel Boreski , destacó que “todavía estamos a tiempo para elaborar los tradicionales Pysanky (pesanke), internet está lleno de tutoriales que explican la técnica, incluso en nuestra página pueden encontrar varios. También se dictan cursos presenciales en distintas Instituciones culturales y religiosas de la Argentina, Paraguay, Brasil y Diáspora”.
Azara: Viernes Santo en la cripta de Jesús Yacente
Los católicos se abocaron a las distintas celebraciones religiosas tradicionales realizadas en distintos puntos de la provincia. En la Zona Sur, una de las parroquias más visitadas por los fieles y visitantes fue la parroquia San Antonio de Padua de la localidad de Azara.
Esta Iglesia, de rito latino, posee en su interior una cripta que se abre una sola vez al año, el Viernes Santo, para acompañar al Jesús Yacente.
Azara posee una de las tres criptas existentes en Argentina. Se trata de un espacio cuya construcción data de 1910 y fue utilizado por los colonizadores ucranianos y polacos de esta zona como sitio de oración y recogimiento. Un espacio para la espiritualidad.
Además, la parroquia en sí es un trozo de la historia de la zona y de la provincia, ya que mantiene su centamaria construcción original.