Darío González (40) comenzó con un emprendimiento de barbería móvil, sin pensar en la repercusión que tendría tras viralizarse su servicio en las redes sociales y medios nacionales. A pesar de dedicarse hace cuatro años en la profesión, con un local en el barrio Villa Poujade, reveló que viene de una tradición de barberos, ya que sus abuelos también se dedicaron a esto. Ahora, recorre la ciudad capitalina con una moto adaptada y con excelentes resultados con cortes y acondicionamiento de barbas al aire libre.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN el barbero Darío González explicó que “la idea del móvil en realidad surgió durante la pandemia, cuando todos estábamos encerrados, la gente no podía circular para ir hasta una barbería”. A pesar de tener todas las intenciones, “hace dos años lo vengo posponiendo y ahora recién pude darlo a conocer”, agregó.
Respecto a la implementación de este servicio, contó que “hace más o menos un año tengo armada la barbería móvil”.
Desde la viralización en las redes de este novedoso emprendimiento, destacó que “fue un furor y la verdad es que no me esperaba tanta repercusión. Es un privilegio y gracias a Dios me está yendo muy bien”.
Previamente, y a pesar de contar con el equipamiento para trasladarse, “no podía hacerla conocer y solo ponía en Instagram, Whatsapp, pero nunca alcanzó la repercusión que tuvo ahora”, añadió.
En el requerimiento social, afirmó que desde su inicio “tuve algunos clientes de manera anónima que sabían del emprendimiento y me llamaban, pero desde hace cuatro semanas atrás -luego de darse a conocer la barbería móvil- comenzó toda la movida”.
Para lograr acondicionar una movilidad, con todos los elementos necesarios para los cortes de cabellos, barba y acondicionamiento de cejas, aclaró que no tuvo en cuenta la inversión monetaria en total: “mi suegro me hizo la caja como yo la quería, después unos amigos me ayudaron a hacer la estructura y la silla la compré por Mercado Libre, la cual calzó perfecto para poder circular”.
Con una barbería de estas características, se aplica también un cambio en la forma de vivir el corte en sí. Sobre esto, Darío González señaló que “el cliente está acostumbrado a ir a un lugar cerrado, una barbería típica, pero es distinto cuanto tiene que cortarse al aire libre, porque es otra experiencia”.
En esta nueva forma de trabajar con la belleza masculina, remarcó que “podría ir a la costanera a trabajar mirando el río mientras corto el cabello y no todos tienen ese privilegio de poder ir hasta cualquier punto de la ciudad”.
Asimismo, con una profesión clásica como la barbería, comentó que acudir al servicio móvil puede ser difícil al principio, no obstante “el cliente se está acostumbrando a esta posibilidad”.
A pesar de conocerse el emprendimiento y que la demanda social es muy buena, aseguró que también mantendrá el local en el barrio “se acercó mucha gente que hace rato no venía y tuve mucho trabajo en estos días”.
Entre las expectativas a futuro para la barbería móvil, compartió que “me gustaría acercarme a las ferias, en las plazas y costanera, para que la gente conozca el emprendimiento”.
En cuanto a la formación como profesional de la belleza y acondicionamiento pensada para el público masculino, expresó que “participé de un masterclass con el barbero de la Selección argentina, Dany Ale, con quien tuve la posibilidad de formarme”.
Como parte de una tradición familiar, este barbero posadeño aseguró que “es algo que está en la sangre”, en referencia a que “tanto mi abuelo materno como el paterno fueron ambos barberos y peluqueros”.