Cuán clara veo ahora
la necesidad del no tiempo antes de la aurora
pues es en el que estamos
y es aquí cuando el bagaje sin sentido dejamos.
Qué arrogancia, decía yo, era entrar a un salón de espejos,
mas ahora que lo miro de lejos
entiendo cada imagen que me dieron sus reflejos,
a cada una de ellas las he enfrentado
y en su justo momento las he trabajado,
como cuando en 2012 mi Ser Superior me ordenó:
comer seres vivos, ¡eso NO!,
y así comenzó la limpieza
poniendo mi mundo de cabeza.
En maravillosa sincronía llegaba a mi vida
el reflejo que mi yo, sanar debía.
No puedo decir que ha sido fácil ni que haya terminado
pero sin dudas agradezco por todo lo logrado,
ya que eso que cría que inconscientemente lo hacía
hoy me doy cuenta que la Divina Mente fue mi guía.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto con los mismos atributos de pureza; pero durante noche galáctica, por programa, nos desfusionamos de la Fuente con el velo de la memoria. Esta separación se trabajó en Atlántida, para lo que se inventó un tiempo alternativo.
En 2012 comenzó el día galáctico, cuando el ser humano debe reconectarse al Yo Soy y en su ADN están los códigos para bajar el nuevo programa de autoconocimiento para llegar a ser críticos, para lo cual deberíamos usar el sincronario maya 13-20 dejando el gregoriano, pues el maya es igual al tiempo del Universo, que es el real, es esférico (no lineal) y está conectado con nuestro código 13-20-33. (Fuente: A. Barnabé).
Entonces, en este tiempo del no tiempo, así llamado por los mayas, debemos hacer la reconexión que, es un trabajo interno de cada uno. Eso sería el entrar al salón de los espejos que reflejarían todos nuestros yoes: desde los más elevados a los más bajos.
Éste es el autoconocimiento necesario para despertar la consciencia y las herramientas para ello nos bajan del Universo; y cada quien se las tiene que buscar porque están al alcance de la mano y nos llegarán por frecuencia.