La familia Bryconidae se encuentra representada por cuatro especies en Argentina, dos pertenecen al género Salminus, conocida como dorado (S. brasiliensis y S. hilarii), y dos pertenecientes al género Brycon, (B. hilarii y Brycon orbignyanus), popularmente conocidas como pira pytá o salmón de río, ambas especies presentes en nuestra zona. La descripción que se detalla a continuación corresponde a Brycon orbignyanus.
Descripción: cuerpo robusto y comprimido, es plateado con tonos azul metalizado en el dorso. La cabeza es mediana, fuerte y cónica. La boca es grande y oblicua. El premaxilar tiene tres hileras de dientes tricúspides y el dentario dos hileras. Las escamas son grandes y ctenoideas y las de la línea media son perforadas cuyos conductos poseen una ramificación llamativa. Las aletas pectorales, pélvicas y anal son rojas en los extremos, pudiendo en algunos casos apreciarse un tono naranja fuerte en la base y en la parte media La aleta anal es larga tiene 24 a 28 radios. Aleta caudal suavemente ahorquillada, los radios medios se extienden formando un pequeño lóbulo; es roja a bordó, con una faja negra en la parte media. Esta mancha negra empieza en el flanco sobre la última porción de la cola de manera difusa y se intensifica sobre los radios medios desde la base hasta el extremo de los mismos.
Distribución: Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay. Cuencas de los ríos Paraná, Paraguay, Uruguay y Río de la Plata.
Hábitat y comportamiento: especie de agua dulce. Realiza movimientos migratorios. Frecuenta las márgenes vegetadas en búsqueda de alimento. Cuando está cerca de la superficie posee una visión muy precisa del exterior, puede capturar a su presa incluso antes de que toque el agua. Esta ventaja le permite adelantarse a sus competidores, los cuales reaccionan solo cuando el alimento cae y hace ruido en el agua.
Tamaño: en nuestra zona puede superar los 50 cm de largo total y 6 kilogramos.
Dieta: se alimenta principalmente de vegetales (macrófitas sumergidas como Elodeas, Utricularias, etc), frutos (guayaba, pitanga, inga, ambay, etc), semillas (provenientes de cebaderos como el maíz, porotos) e insectos principalmente los que caen al agua como Odonatos (libélulas), Coleópteros (cascarudos), Himenópteros (hormigas, abejas y avispas), Lepidópteros (mariposas), Dípteros (moscas, tábanos) y Ephemerópteros (maripositas efímeras). En ocasiones puede comer pequeños peces como mojarras.
Reproducción: a simple vista no posee dimorfismo sexual, el inicio de la actividad gonadal comienza (agosto – septiembre) y madura entre octubre a enero, durante este período lleva a cabo la reproducción si las condiciones hidrológicas son adecuadas como, presencia de crecidas importantes o abundantes y prolongadas lluvias locales. Es una especie muy fecunda, por ejemplo, una hembra madura capturada a fines de enero, de 480 mm de longitud total y 2160 g llegó a producir 694.764 ovocitos, si las condiciones hidrológicas hubieran sido las adecuadas esta hembra hubiera desovado gran parte de ellos.
Relación con el hombre: es una especie importante para la pesca deportiva, buscada por la calidad de su carne y el color rosado que lo caracteriza. Gran parte de las provincias tienen regulada su pesca.
Importancia en la pesca deportiva/recreativa: es importante para la pesca deportiva. Su pesca resulta atractiva principalmente para aquellos que utilizan la técnica del golpe, que consiste en recoger y tirar el aparejo encarnado con alguna fruta, la cual es inmediatamente atacada por esta especie al caer al agua.
Importancia en la pesca de subsistencia: utilizada para consumo y la venta. Su carne puede ser utilizada en varios tipos de comidas, aportando proteína animal de excelente calidad.
Importancia como especie ornamental: utilizado por acuaristas, es un pez atractivo, requiere pecera grande y no puede ser criado con peces más pequeños.