Como desde hace 46 años, este 28 de abril se celebra el Día Nacional del Repuestero del Automotor, fecha que recuerda el acto fundacional de la Federación Argentina de Cámaras de Comerciantes de Repuestos del Automotor (FACCERA), a partir de un encuentro que tuvo lugar en San Miguel de Tucumán, el 28 de abril de 1978.
El dictado de normas que afectaban la subsistencia de los comercios autopartistas y la imperiosa necesidad de presentar un frente común, representativo y con una línea de conducta que mereciera el reconocimiento de las autoridades ante las que había que realizar importantes gestiones motivó la conformación de la federación.
Es que, por esos años, el desarrollo de la incipiente industria automotriz que iniciaron las Industrias Kaiser Argentina (IKA), en Córdoba, y continuaron Peugeot, Fiat, Renault, General Motors, Ford y Mercedes Benz, pobló las calles y caminos con cada vez más modelos de autos que necesitaban repuestos.
La creciente demanda se tradujo en el inmediato auge de las fábricas nacionales de autopartes y en una especialización que se fue dando de la mano de los avances tecnológicos, que posibilitó la apertura de comercios exclusivamente dedicados a rubros como tren delantero, suspensión, motor o frenos.
Obviamente, las gestiones prosperaron, así como otras emprendidas en ámbitos públicos y privados, con lo que se demostró lo acertado de actuar con entidades representativas y que el esfuerzo individual hubiera resultado estéril. A partir de entonces el repuestero adquirió un indiscutible protagonismo.
Este sector es uno de los más dinámicos de la actividad comercial, con un parque automotor cada vez mayor, que se equipa día a día con las más modernas tecnologías, que demandan capacitación; la pinza y el martillo se dejaron de lado ya y para determinar con precisión los problemas mecánicos y electrónicos se utilizan las últimas herramientas y tecnologías de diagnóstico, ya sea para una simple alineación, como una reparación de motor.
Otro inconveniente con que se encuentra el repuestero, ante el amplio abanico que ofrecen las automotrices, es a contar con un extenso stock de artículos o, incluso, a pesar de contar con lo último del mercado, aún muchos repuestos son inexistentes, por lo que para brindar un buen servicio al cliente es imprescindible conocer en detalle las características de cada marca y modelo y las posibilidades de recurrir a “reformas” capaces de salvar la situación.
En la tierra colorada muchos son los hombres y mujeres que eligieron el rubro y que depositaron en sus hijos y generaciones venideras la inquietud de estar al servicio del automotor, un miembro más de las familias.