El joven de 19 años, pasante de educación física, que fue detenido hace una semana luego de la denuncia en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional IX de un caso presunto de abuso sexual en la Escuela 811, donde cumplía la labor de auxiliar, fue excarcelado ayer por orden del juez Leonardo Manuel Balanda Gómez, subrogante en esta localidad de Roberto Sena.
La firma del acto de soltura se concretó durante el mediodía y pocos minutos después de que la menor de siete años que sufrió una grave lesión en sus genitales, diera su versión sobre lo sucedido en Cámara Gesell, bajo la contención de profesionales de la salud mental del Superior Tribunal de Justicia.
La alumna contó que se cayó sobre una madera o un retazo de un material similar el viernes 21 de abril por la mañana mientras jugaba con sus compañeros en uno de los patios con pasto. También habría descrito con precisión quiénes la asistieron: maestras, directivos y los pasantes de educación física.
Su relato no insinuó ni ocultó detalles que apunten a que sufrió un ataque sexual. Además, según fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN, las declaraciones del miércoles y jueves ante el juez instructor mencionado de las docentes, dos vicedirectoras y dos directores, coincidieron con la voz ayer de la menor.
Quedará determinar, durante las próximas horas, cuál fue el motivo que derivó que a partir de la denuncia en la Comisaría de la Mujer de Jardín América de la madre de la niña se buscara como sospechoso al joven de 19 años. Hasta el momento, voces policiales y judiciales confiaron que “se apresuraron y buscaron al varón más próximo”.
La madre de la menor declaró el miércoles que no acusó a nadie en su denuncia. Sostuvo que recurrió a la policía por consejo de los galenos que asistieron a su hija cuando ingresó al hospital zonal con la grave lesión que le provocó una profusa pérdida de sangre por lo que se la derivó al Hospital de Pediatría de Posadas para las curaciones y la intervención quirúrgica.
El protocolo ante este tipo de situaciones indica que se debe denunciar el caso y activarse la investigación y comunicación a la Justicia. Lo que no ordena es que se deba buscar al masculino más cercano a la víctima al momento del hecho.
El joven aprehendido se abstuvo de declarar el miércoles ante el juez Balanda Gómez. Bajo consejo del defensor oficial Eber Idelín Benítez optó por el silencio y se le imputó provisoriamente el hecho como “abuso sexual” agravado por la lesión y por su carácter de educador y guarda en ese momento y lugar.
El mismo día, la madre de la menor también se presentó a declarar ante la Justicia y manifestó que en ningún momento señaló que su hija hubiera sido violada y mucho menos acusó al pasante de educación física.
Aclaró que debió concretar la presentación en la dependencia de la Unidad Regional IX porque los médicos le explicaron que correspondía para que se active el protocolo y se investigue si fue o no víctima de un delito contra la integridad sexual.
Una directora de la Escuela 811 también fue citada el miércoles en el inicio de las declaraciones que se volcaron al expediente. Esta docente dijo que no existió sospecha de un ataque sexual sino que tanto el pasante como varias maestras ayudaron ante la contingencia de la alumna lastimada.
El sumario de actuaciones de la UR-IX también llegó a manos del juez Balanda el miércoles y en él no se registraron lesiones en la menor, fuera de la herida en los genitales. También destacaba que la víctima tenía el ímen intacto.