Por Damián Di Pace, analista económico
La semana pasada Kiss, la banda estadounidense de rock formada en Nueva York en enero de 1973, se despidió por segunda vez de los argentinos. Unas 45.000 personas fueron al recital en Buenos Aires.
Esto que representa la despedida de los escenarios del bajista Gene Simmons, el guitarrista Paul Stanley y el baterista Peter Criss, también es el espejo del comportamiento dual de los argentinos.
Con caída del consumo, pérdida de poder adquisitivo del ingreso, inflación y devaluación del peso en ascenso se pagaron hasta $50.000 por ticket para despedirlos en el acto final del grupo, uno de los más importantes del rock internacional de la historia luego de tocar 50 años.
Los agentes económicos son los protagonistas y responsables de la actividad económica. Tenemos una actividad y consumo que comienzan a desacelerarse. Las personas eligen o renuncian en sus elecciones. La elección es bien clara por parte de los argentinos en el actual contexto: escaparle al “peso argentino”.
Para muchos argentinos, el refugio más cercano para escaparle al peso es cambiarlos por bienes de consumo masivo (alimentos, bebidas, artículos de limpieza y cuidado personal) en la góndola del supermercado, para otros que tienen excedentes del gasto para dedicar al ahorro van al dólar.
Desprenderse de los pesos para disfrutar
Pero para la gran mayoría que están en esta segunda circunstancia, el “ahorro” tradicional no tiene hoy ningún sentido. No encuentran ni el mecanismo ni el incentivo para hacerlo por lo cual “adelantan consumo futuro en el presente”.
Viven la vida pospandemia desde lo social y también se desprenden de los “pesos” desde lo económico disfrutando del ocio, entretenimiento y esparcimiento hoy ante la inestabilidad que ofrece la economía argentina como para pensar en adquirir un bien como un automóvil o una casa en el futuro.
Cada familia media está sujeta a un presupuesto limitado. Los argentinos con un salario promedio, por ejemplo, en lugar de estar concretando un crédito para tener alguna vivienda privada se encuentran hoy en la búsqueda de una gratificación inmediata haciendo que su preferencia presente le genere mayores rendimientos ante la incertidumbre del futuro.
Para nuestro caso, los argentinos que podrían tener posibilidades de ahorro con un salario medio entre los bienes de naturaleza tangible (una casa, un auto, un celular, entre otros) están eligiendo los bienes de naturaleza intangible (un recital, una salida gastronómica, turismo, entre otros).
Si tomamos como referencia el valor promedio de las entradas a un recital en 2019 oscilaban entre $2.560 y $3.467 para el caso de los recitales internacionales y nacionales respectivamente.
Para 2023 el aumento ha sido considerable con un ticket promedio con valor de $26.800 para los recitales internacionales y de $14.649 para los nacionales
Dólares para cada tipo de consumo
Así como los argentinos han padecido mayores costos y tributos para el acceso a los servicios del exterior a través del cepo creado con dólar tarjeta (pagos de Netflix, apps de juegos, descargas de música, etc) o el hiper cepo del dólar turista (pagos de viajes y servicios en el exterior) no ha escapado esa misma lógica para los servicios culturales importados del exterior con consumo doméstico llámese bandas de rock como Kiss o Red Hot Chili Peppers.
Para estos consumos, también le cabía un nuevo tipo de cambio como el dólar “cultural” o “coldplay” que implica un tipo de cambio oficial mayorista más una cotización de un 30% superior para liquidar los servicios en dólares de los artistas que vienen al país y que los argentinos pagan más caro en pesos para saldar esta operación y contratación.
Desde 2019 a la fecha el valor de las entradas nacionales evolucionaron en promedio 322% mientras que los tickets internacionales lo hicieron al 946% con una inflación acumulada promedio para el mismo período de 648%.
Los tickets para los recitales nacionales en promedio aumentaron menos que la inflación acumulada promedio del período e incrementaron sus presencias en volumen de asistentes.
Los recitales internacionales con el dólar “cultural” o “coldplay” están casi un 50% arriba de la inflación acumulada del período. Sin embargo, la asistencia de público local y venta de entradas sigue siendo todo un récord.
El consumo pisa fuerte
Las personas racionales cuando se enfrentan a disyuntivas valoran de una forma más o menos consciente las consecuencias de la elección elegida, realizando un análisis costo-beneficio de cada alternativa.
En nuestro caso, sería pensar si dedicar los pesos al ahorro o destinarlo a servicios como pueden ser los gastronómicos.
Los costos explícitos, para el ejemplo, implican un desembolso monetario para ir a un restaurante, bar o café, mientras los costes implícitos no van asociados a un desembolso monetario directo, pero sí al coste de oportunidad, a los ingresos que se obtendrían en la mejor alternativa no elegida.
En este caso, la clase media argentina actualmente tiene como preferencia el gasto más que el ahorro en una moneda como el peso que no tiene destino eficiente para su consumo futuro.
El gasto presente tiene más valor que el futuro. Para el caso de la actividad gastronómica y restaurantes, según el Estimador Mensual de Actividad Económica el Sector de Hoteles y Restaurantes en su último informe, mostró un incremento porcentual de un 8,6% respecto al mismo período del año anterior.
Por su parte, la variación de precios del sector para el primer trimestre 2023 fue del 23,18%. A pesar que estuvo por encima del promedio de la inflación general en el acumulado, la actividad se sostiene a pesar de la crisis.
En este rubro, a pesar de tener aumentos acumulados de más del 700%, la actividad gastronómica tuvo crecimiento de su actividad y sostenido en el tiempo, mostrando así mejoras de entre 10% y 20% mensuales desde el inicio de la serie, tal como lo muestra el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Gastar los pesos en el turismo
El rubro turismo también ha sido una caja de sorpresas. Los fines de semana largo se han convertido en momentos de sosiego para los sectores de clase media alta que antes se iban al exterior pero ahora con los impuestos incorporados a los viajes se han recluido en opciones de destinos locales.
A su vez, la clase media tradicional prioriza el disfrute y descanso esporádico frente a las vacaciones de 15 días tradicionales. Por su parte, la clase media baja ha podido acceder a través del Plan Previaje en 2022 y en 2023 para pequeñas escapadas de fin de semana sustitutas de las vacaciones que ya no podían tener.
Analizando el gasto en turismo, específicamente en el carnaval 2023 en base al relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el gasto directo en el turismo de carnaval se incrementó un 131% nominal y 15,3% real en relación al carnaval 2022.
El gasto promedio por día de un turista se incrementó en un año un 128,6% superando a la inflación acumulada del período. En el cuarto fin de semana largo del año, por el Día del Trabajador, unos 920.000 turistas viajaron por la Argentina y desembolsaron $29.109 millones en alimentos, bebidas, alojamiento, transporte, recreación y compras diversas. El gasto total, a precios reales, esta vez resultó un 4,9% superior a 2018.
El aumento se fundamenta por el crecimiento en la oferta de servicios recreativos, culturales y gastronómicos de las ciudades. Los turistas gastaron, en promedio, $11.300 diarios cada uno, 22,2% más que en 2018 comparado a precios reales, y la estadía media fue de 2,8 días.
Es importante tener en cuenta que el Gobierno nacional tuvo mucho que ver en la configuración de estos datos, ya que en medio de una crisis en general implementó estímulos con programas como el Previaje que genera encadenamientos verticales de estos sectores como el de turismo y gastronomía, que son algunos detonantes de las mejoras artificiales de estos sectores.
Vivir al palo
La economía argentina nos enseña lo siguiente: suponga que usted en marzo 2022 ponía a plazo fijo los pesos que tenía para ahorrar para ir a ver el recital de Kiss hoy.
En definitiva, en términos reales, usted habría perdido dinero por que el rendimiento del plazo fijo en ese período fue de 98% acumulando capital más intereses, mientras que la inflación fue del 104% para el mismo período.
El costo que hubiese pagado por ahorrar hubiese sido muy alto. Mejor gratificarse hoy. Pero ojo que sin ahorro no hay inversión ni generación de riqueza ni mejora del bienestar futuro, expresan los expertos.
Vivimos como el rock. Vivimos en la “Economía Kiss” de la que Gene Simmons nos da cátedra en sus siguientes reflexiones: “La raíz de todos los males no es el dinero, sino no tener suficiente dinero”.
El músico israelí-estadounidense, cantante, compositor y productor de Kiss entiende de economía más que el actual gobierno sobre los males y fundamentos de la inflación y el problema del ingreso.
A su vez, agrega con respecto al costo del tiempo, el esfuerzo del trabajo y la generación de la riqueza: “Si estás construyendo una casa, o haciendo cualquier cosa, lo que necesitás es tiempo. Bueno, necesitás esfuerzo, pero necesitas tiempo. Cuanto más tiempo le pongas a algo, mejor va a quedar”.
Por su parte, Simmons también habla de los aspiracionales: “Vive y piensa como un pobre y siempre estarás bien”.
Los argentinos nos hemos quedado sin moneda, no hemos consolidado una política económica a largo plazo, las decisiones de la política son efímeras en búsqueda de un caudal electoral no para agregarle valor al uso del tiempo sino para especular en el tiempo tomando valor presente para finalmente obtener un menor valor y un mayor costo a pagar en el futuro.
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