Según cifras del Instituto Nacional del Cáncer, a partir de proyecciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), se estima que 3.785 argentinos fueron diagnosticados con cáncer de vejiga solamente en 2020.
Representa en promedio algo más de 10 diagnósticos diarios y ubica al cáncer de vejiga en el 10° lugar de incidencia en el país. Mientras que, según el último informe de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación (DEIS) correspondiente al año 2021, fallecieron 1.302 argentinos por esta causa ese año.
Las cifras fueron difundidas por LALCEC (Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer), la asociación de pacientes VICARE (Vivir con Cáncer Renal) y por la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), en el marco del Mes del Cáncer de Vejiga (cuya campaña de prevención se realiza en redes sociales con #MesDelCáncerDeVejiga).
El tabaquismo en la mira
Uno de los factores de riesgo más significativos para desarrollar el cáncer de vejiga es el tabaquismo, debido a que el tabaco contiene sustancias químicas carcinógenas, que los riñones filtran y se acumulan en la vejiga. “Además de eliminar el hábito tabáquico, es fundamental no retener la orina y tomar abundante líquido para que baje la concentración de sustancias tóxicas y éstas no permanezcan en contacto con la mucosa vesical”, explicó el Dr. Carlos Alberto Silva, médico oncólogo y coordinador del Área Psicosocial de LALCEC.
Otros factores son tener antecedentes familiares de cáncer de vejiga, presentar cambios en determinados genes relacionados con esta enfermedad, la exposición reiterada a pinturas, tintas, metales o productos derivados del petróleo en el trabajo y haber recibido radioterapia en la pelvis o ciertos medicamentos que se usan en la quimioterapia.
La sumatoria de dos o más factores de riesgo incrementa en forma exponencial la incidencia de este tipo de tumores.
Señales de alerta
La presencia de signos tales como sangre en la orina, orinar frecuentemente, dolor al orinar, manifestaciones de tipo obstructivo como ausencia de orina (anuria), infecciones urinarias a repetición, dolor de espalda y dolor pélvico, entre otros, deben ser motivo de consulta de manera de incrementar la posibilidad de una detección temprana de la enfermedad.
“Si bien no hay que alarmarse, si tenés algunos de estos síntomas, no dejes de consultar al médico”, aclaró el Dr. Emilio José Batagelj, médico oncólogo, presidente de AAOC. La forma de abordar el tratamiento para el cáncer de vejiga dependerá de hasta dónde se haya extendido el tumor, que se clasifica en “superficial” o “profundo”.
“En los superficiales, el tratamiento consistirá en una cirugía endoscópica, con chances de curación realmente altas y cercanas al 90%. Hay pacientes a los cuales, además, se les indica medicación para evitar que el tumor regrese o que se vuelva invasor”, explicó Silva de LALCEC.
“En tanto, en los casos en que la enfermedad haya invadido la capa muscular, los tratamientos son múltiples, incluyendo a la cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y a sus combinaciones. Siempre teniendo en cuenta las características individuales de cada paciente. Todo dependerá de la extensión del tumor, del compromiso ganglionar y de la presencia o ausencia de metástasis”, agregó el Dr. Silva.
Tratamientos de asistencia
“Actualmente, disponemos de amplias opciones terapéuticas para el tratamiento del cáncer de vejiga, estamos asistiendo a la presentación de nuevos estándares de tratamiento que incrementaron la sobrevida global de los pacientes, mejorando la perspectiva y la calidad de vida con medicamentos innovadores para los estadios más avanzados. No obstante, los mejores pronósticos se obtienen llegando al diagnóstico en estadios iniciales y comenzando los tratamientos que correspondan de la manera más temprana posible”, completó el Dr. Batagelj.
Claudia Miranda, paciente de cáncer renal y presidenta de la Asociación VICARE (Vivir con Cáncer Renal), buscó desmitificar temores ancestrales a la palabra cáncer: “No hay que tenerle miedo a la palabra cáncer; hay que poder encontrar la forma de llevar adelante esta enfermedad, que es como cualquier otra si uno la detecta a tiempo”, aseveró. “Las personas consultan cada vez más y, por eso, se diagnostican más casos tempranamente; hablar de cáncer hoy dejó de ser un tabú”.
También destacó el surgimiento de nuevas medicaciones y tratamientos, porque abrieron nuevas posibilidades para los pacientes: “algo fundamental además es la difusión, este año desde VICARE, realizaremos diversas acciones en espacios públicos para informar a todas las personas sobre la enfermedad y así incentivar la prevención y la detección temprana”, concluyó Claudia Miranda.
De cada cuatro, tres hombres
Este lunes por la tarde, el médico oncólogo Carlos Alberto Silva, coordinador del Área Psicosocial de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), dialogó sobre el tema con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde explicó que la prevalencia del cáncer de vejiga es tres veces mayor entre los hombres que en mujeres.
¿A qué se debe esto? “La relación es tres a uno, o sea, por cada tres hombres una mujer. El por qué tal vez sea un poco más difícil, no hay una causa hormonal o una causa genética en particular. Hay que pensarlo históricamente: el tabaquismo en los hombres precedió a que fuera importante en la mujer también, y como estos procesos de carcinogénesis, llevan un promedio de 20 a 30 años, obviamente estamos hablando de una época en la cual los hombres fumaban más que las mujeres; y en segundo lugar, trabajan más hombres en industrias que tienen agentes contaminantes“, explicó el especialista.
¿Cuáles son las señales que nos da el cuerpo?
Según Silva, el síntoma más relevante es “cuando uno orina con sangre, no es la única causa pero es un signo de alarma muy importante. Lo otro es tener infecciones urinarias de repetición“.
