La capital provincial es sede de la sexta Convención Internacional de tatuajes, que congrega a más de 120 artistas tanto locales como de 9 países de Latinoamérica, y donde se puede apreciar el protagonismo de las mujeres en este arte milenario que se lleva en la piel. En este encuentro que comenzó ayer viernes y se desarrollará hasta mañana domingo en el Club Alemán, el público puede disfrutar de como trabajan y compiten los diferentes artistas en 16 categorías. Además, podrán asesorarse o realizarse algún tatuaje de la mano de estos profesionales.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Cristhian Küchenmeister, organizador del evento, destacó la gran respuesta de los artistas Latinoamericanos de participar de esta sexta edición de Tatuadores que “más allá de todo el amor que tienen por la provincia de Misiones, todos esperan esta fecha del año para venir a competir en un evento internacional donde en esta oportunidad tenemos a nueve países”. A su vez, Küchenmeister agradeció la participación de artistas de distintos puntos del país y sobre todo “hay muchos artistas misioneros, por suerte hay muchas tatuadoras este año; es una revolución de las chicas tatuando y nos pone contentos”.
Por otra parte, entre las actividades de la Convención, se llevan a cabo un seminario de tatuajes de “black and grey”, a cargo de “Lalo” y otro sobre “pearcing” dedicado tanto para aquellos que se inician en este tipo arte como también profesionales, a esto también se suman espectáculos en vivo. Cabe destacar que la entrada tiene un valor accesible de 300 pesos por persona.
Con respecto a los precios de los tatuajes que se manejan en la Convención, el organizador comentó que los artistas están al tanto de la crisis y se vive tanto en el país como en Latinoamérica y la decisión fue adaptar los precios “entonces el tatuaje mínimo tiene un costo de 5 mil pesos, sabiendo que ellos están cobrando de 10 mil para arriba. Y los tatuajes grandes ya lo arreglan con el cliente, siempre con un precio módico” comentó.
En este sentido, señaló que “la mayoría piensa que solamente se hacen tatuajes grandes y eso es mentira, acá se hacen desde 2 centímetros hasta una pierna o una espalda entera, lo que tengas ganas de tatuarse. Además, están los profesionales que les pueden asesorar y diseñar algo exclusivo”.
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Manos femeninas en el arte del tatuaje
Vale destacar que a través de los años las mujeres fueron ganando terreno en el arte del tatuaje. Una tarea donde “ellas” con esfuerzo y dedicación fueron desarrollando un estilo propio.
Una de las protagonistas del encuentro es Daiana, de 25 años quien tiene su local de tatuajes en San Vicente y hace 5 se dedica a esta profesión “en los seminarios siempre son muchos hombres y pocas mujeres. La verdad no sé, porque es arte. Por ahí es animarse” comentó.
A su vez, en su incursión al mundo del tatuaje, la profesional contó: “Siempre me gustó dibujar, pero el que me motivó siempre fue mi papá, él es óptico, pero sus palabras de aliento siempre fueron de que ‘el miedo hace que uno no haga las cosas’, porque uno dice que le gusta dibujar, pero esto es algo para siempre en la piel”, reflexionó y agregó que esta actividad es como todo rubro donde “uno aprende”.
Por su parte, Mariana también de 25 años, comentó “soy oriunda de Cerro Azul, de un pueblito bastante chiquito donde por ahí el tatuaje no está tan conocido, no hay muchos tatuadores o por lo menos un tiempo atrás. Cuando uno empieza como tatuador, tanto a un hombre como a la mujer, no tenes un lugar donde ir a estudiar, entonces es todo como queriendo aprender; yendo de acá para allá, viendo un poco de todo, pero una vez que estás tatuando, ya es como hacerte amigos, es fácil”,
En este aspecto, la tatuadora comentó que “hoy en día se ven a muchas mujeres en el ambiente y está buenísimo, nunca vi nada negativo meterme en el ambiente de los hombres, porque ya habían varias mujeres cuando ingresé”.
Además, indicó que realiza tatuajes desde hace cinco años y “la verdad que antes no se veía tanto, pero está buenísimo que podamos ser mas chicas”.
En sus comienzos, la profesional, quien actualmente se desempeña en Posadas, fue desarrollando sus habilidades en esta actividad y “de apoco me fui diciendo que era tatuadora, pero era como hacerte la cabeza, porque el viaje de aprender, de aceptar todos los conocimientos es largo; vos nunca dejas de aprender”, finalizó.