La imposibilidad del Gobierno de resolver o calmar el proceso inflacionario no solo le genera críticas de la oposición, sino que le abre planteos de sus propios aliados, en este caso de los sindicatos. En una economía normal, las paritarias se negocian anualmente, pero la pérdida del poder adquisitivo de los salarios la llevó; primero, a seis meses y ahora son a cuatro o tres meses, en todos los casos, con cláusulas de revisión.
Los porcentajes, obviamente, están relacionados a los básicos de convenio de cada actividad y las discusiones entre las partes, pero se puede consensuar que los acuerdos trimestrales rondan el 30 por ciento, que pueden ser divididos en dos o tres tramos.
En esta “atomización” de las paritarias, por ejemplo, los estatales, judiciales, docentes y profesionales de la salud bonaerense lograron un 40 por ciento y los ferroviarios, un 37 por ciento de incremento por cuatro meses, además de una suma fija. Pero haciendo referencia a trabajadores y trabajadoras bajo convenio colectivo; es decir, registrados.
El grave problema hoy es el universo laboral que está fuera del sistema, se calcula en un 40 por ciento aproximadamente. Ese sector viene sufriendo una caída de sus ingresos brutal, tanto por la suba del costo de vida por la falta de actualización salarial. Si tenemos en cuenta que el Salario Mínimo, Vital y Móvil está en mayo en 84.488 pesos (en junio se llevará a 87.962 pesos), existe una explicación de por qué las calles se inundan día a día de reclamos de los movimientos sociales.
Pablo Moyano reclama una “suma fija urgente”
Uno de los debates donde se cruzaron los distintos espacios sindicales fue y es el otorgamiento de una suma fija por decreto a toda la fuerza laboral. La Confederación General del Trabajo (CGT) se opuso terminantemente, advirtiendo que un pago de esta naturaleza “desvirtúa” las paritarias.
En contraposición, el camionero Pablo Moyano -y su sector (el Frente Sindical para el Modelo Nacional, FreSiMoNa)- remarcó que “vengo pidiendo suma fija hace 8 o 10 meses”.
“Es en forma urgente; no sé que está esperando el Gobierno”, señaló y agregó que “los empresarios están remarcando todos los días los productos de la canasta básica”. Reveló que “se lo planteé a Alberto (Fernández), a Cristina (Fernández de Kirchner) y a (Sergio) Massa”, y aclaró que “la suma fija sale del Ministerio de Economía, no de Trabajo”.
El también cotitular de la CGT explicó que esta retribución extraordinaria debe ser “por lo menos para las organizaciones más pequeñas”, y puso como ejemplo el presente que atraviesan los gremios de Canillitas y Taxistas, donde el bajo nivel de actividad y consumo hace que, al igual que muchos otros sectores, sus trabajadores necesiten un adicional.
La CGT cambia de postura y negocia con Sergio Massa
La actualidad económica y social golpea. En este marco, la mesa chica de la central ya tuvo un par de contactos con el ministro de Economía, Sergio Massa, y su equipo, para acordar el pago de una suma fija a sectores de bajos ingresos. El secretario Adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, indicó que se iniciaron conversaciones con Massa para evaluar la posibilidad de fijar un bono en “actividades que tienen un piso salarial muy bajo y están siendo perjudicadas en sus ingresos”.
Afirmó que en esos casos “la CGT estará de acuerdo” con “un decreto que otorgue una cifra que coloque el piso salarial en una situación mejorada”, poniendo como ejemplo la situación compleja de los municipales en distintos distritos del país que, dicho sea de paso, en la provincia de Buenos Aires dispusieron el estado de alerta y movilización. Y no se descarta que en los próximos días, el FreSiMuBo convoque a un paro con una marcha.
Rodríguez intentó clarificar la polémica sobre un plus salarial: “Hay que aclarar bien las cosas: la suma fija fue lanzada el año pasado por algunos, es realmente como un perjuicio para las paritarias, porque se determinaba una suma fija generalizada para todos los trabajadores por decreto, lo cual indica que por un lado achata las categorizaciones y, por otro lado, le quita a los gremios la capacidad de negociación que tienen a través de las convenciones colectivas”.
La postura de Kelly Olmos
En contraposición a las negociaciones entre la CGT y el Palacio de Hacienda, la ministra de Trabajo de la Nación, Raquel Kelly Olmos, sostuvo que la inflación “no se resuelve con una suma fija” y detalló que los sindicatos han incorporado bonos o pagos extras en los acuerdos paritarios. Expresó que “la inflación al ser un proceso continuo no se puede resolver con una suma fija, que es una decisión discreta”.
La funcionaria informó que en la actualidad “hay muchos mecanismos de actualización que utilizan los gremios en las paritarias que combinan ambos aspectos” y puso como ejemplo el acuerdo celebrado recientemente por la Federación de Empleados de Comercio, donde además del porcentaje de aumento se acordó “una suma fija adicional para que nadie quede abajo de los 200.000 pesos”.
Olmos remarcó que cada paritaria se trata de “un proceso combinado” en un espacio de diálogo tripartito que hoy “mantiene la no conflictividad” en el ámbito de los trabajadores conveniados. Agregó: “Como en las paritarias que realizamos se alcanza acuerdo y no hay conflictividad social se percibe como que no se hace nada pero se cierran 100 paritarias por semana” y reiteró que “eso es lo que mantiene la no conflictividad”.
Además se refirió a los trabajadores no formales, hoy excluidos de negociaciones colectivas y explicó que la decisión del Gobierno de actualizar “todo el tiempo” los mecanismos de acompañamiento, en referencia a los recientes anuncios por aumentos en jubilaciones, Tarjeta Alimentar y el Programa Potenciar Trabajo, entre otros.
Fuente: Medios Digitales