Ubicada en el barrio Manantiales de la ciudad de Posadas , la Escuela 835 “Néstor Carlos Kirchner” sufrió una seguidilla de robos desde el inicio de año. Por este motivo, la comunidad educativa debió conseguir por sus medios dinero para la instalación de cámaras de seguridad, además de reparar todos los daños en el edificio.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN Laura Morínigo, directora del establecimiento, comentó que “por los robos que sufrimos, trabajamos mucho con los maestros y conseguimos comprar las alarmas que están monitoreadas”. Destacó que “logramos autogestionarnos para colocar las alarmas y ahora estamos reparando todo lo que se rompió, como las puertas”.
En cuanto a las reparaciones, indicó que “ahora intentamos colocar las rejas de los ventiluces por donde ingresaron, pero todo con autogestión”. Además, al ser una escuela de jornada extendida, señaló que “tuvimos que reponer de manera urgente lo robado en la cocina porque teníamos que dar de comer a los chicos”. Respecto al perjuicio para la institución, mencionó que el último robo “ocasionó pérdida de alimentos porque teníamos todo listo para la semana y es plata que tuvo que reponerse”.
Las pérdidas
Sobre los daños ocasionados, Morínigo contó que “la pérdida más grande fue en la cocina, donde tuvimos que comprar el cilindro, que salió 25 mil pesos y la carga de gas que costó 27 mil pesos. Ese dinero tuvo que gestionarse desde el equipo docente y la dirección para sustentar y reponer”. Por esto, relató que organizaron “diversas ventas de alimentos, empanadas, locros. Los padres también colaboran con lo poco que pueden”.
En materia de seguridad, la directora de la Escuela 835 explicó que, con el tema de la Policía, “fueron alrededor de 100 robos en los últimos 10 años, donde lo único que se recuperó fue una sola olla. Entonces, no entendemos por qué no se encuentra todo lo que se roba aquí”. Sucede que en el barrio Manantiales “siempre dejan tirado todo lo que llevan en los baldíos para venir a buscar después, pero hasta ahora no se encontró nada”.
Para tener una persona como sereno del predio, “todo es un riesgo para el director, porque tiene que ser personal del Consejo, para tener seguro”.
Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, con todos los robos sufridos, junto al equipo docente, directivos y la comunidad educativa “tomamos muchas medidas de cuidado”, precisó.
Con la Policía, relató que prometieron que los fines de semana estarán más presentes, porque anteriormente reclamaron más recorridos, a lo cual argumentaron que no tienen tantos móviles disponibles. No obstante, solicitaron que al menos concurran caminando, ya que la comisaría se encuentra muy cerca de la escuela. “Los robos ya no se dan solo durante el fin de semana, porque los últimos fueron un jueves”, añadió.
Acerca de las autoridades educativas y el papel que juegan en esto, Laura Morínigo recordó que “tenemos todo un protocolo de reclamos. Una vez que hacemos la denuncia, hay que informar a Supervisión a través de una nota para notificar todo lo hurtado y el hecho vandálico. Eso va al Consejo y pasado un determinado tiempo, ahora me volvió el expediente y tengo que averiguar en Juzgado si se encontró algo de lo robado, porque así me lo está pidiendo el área de Legales”.
De tal forma, para seguir con el protocolo, “elevé una nota a la comisaría para saber cómo sigue esto en Juzgado”, agregó. Sin embargo, lamentó que “no creo que se pueda recuperar nada” y además resaltó que en este tiempo “la escuela sufrió numerosos robos”.