Como casi todo lo que guarda relación con el transporte de pasajeros de un tiempo a esta parte, ayer prevalecieron las quejas y críticas de los usuarios que tuvieron que rebuscárselas para acudir a donde sea que tuvieran que ir.
Desde padres lamentándose porque sus hijos no pudieron ir a clases hasta trabajadores que directamente perdieron su jornada laboral y otros debieron apelar a diferentes medios para llegar a destino.
Cuando un servicio tan importante como el transporte presta un servicio tan deficiente e irregular como el que lleva adelante el monopolio al sur de la provincia, se siente.
Pero cuando es utilizado como medio de presión para maximizar ganancias, como también sucede en esta parte de Misiones, entonces las consecuencias son para todos y vuelve a plantearse,por enésima vez, que algo habrá que hacer… alguna vez.