Otra jornada de desastre vivieron los usuarios del transporte público ante la decisión tomada este viernes por las empresas del Grupo Z sobre ofrecer el servicio con horario reducido en la zona metropolitana y Oberá.
La postal constante en los horarios pico fue de paradas abarrotadas de personas quienes, como podían, se refugiaban de la llovizna y el frío, mientras se iban enterando de la sorpresiva decisión que, una vez más, tiene como únicos perjudicados a los más pobres.
“Ya lo dije y lo voy a repetir: esto sucede porque a la empresa se le deja hacer lo que quiera. Si el Estado estuviera resuelto a brindar una solución, aunque sea de oficio, los organismos pertinentes saldrían a multar a los empresarios. Como no ocurre, por supuesto que las empresas van a hacer lo que quieran”, enfatizó el presidente de la Unión de las Comisiones Vecinales de Posadas, Carlos Brunaga, quien no disimuló el enojo que generó la decisión de la prestataria de trabajar en un día hábil como si se tratara de un día sábado, cuando miles de usuarios dependen del transporte público para ir a trabajar y también para mandar a sus chicos a las escuelas.
Con la sorpresiva medida, quedó claro que la determinación de trabajar reducido fue del Grupo Z y no del gremio, pese a que los afiliados a UTA todavía no cobraron algunos acuerdo de pago.
Desde las organizaciones de vecinos, sus dirigentes no ocultaron la bronca que volvió a desatarse entre los usuarios del transporte público ya no solamente contra la empresa, a la cual acusaron de negligencia y abandono, sino también contra funcionarios provinciales, desde la secretaría de Transporte a diputados y concejales al Defensor del Pueblo.
“No hubo un sólo funcionario que haya salido a dar la cara, aunque sea de oficio, para investigar por qué algunas empresas hacen lo que quieren, entonces claro, los únicos perjudicados de siempre seremos nosotros los que usamos el colectivo”, dijo a este Diario el presidente de la Unión de las Comisiones Vecinales de Posadas, Carlos Brunaga.
“Todos saben que con estas decisiones se perjudica a los chicos que van a la escuela y a los trabajadores, quienes que tenemos que salir varias horas antes para ver si el colectivo va a llegar a horario o no y si los va a dejar pagando, porque las unidades ya vienen muy repletas. Hay una bronca absoluta, esta historia del mal se repite demasiado seguido y nuestras autoridades nos dejan a merced de la voracidad de los empresarios”, cuestionó.
Y enfatizó: “Las empresas lo único que tienen en mente es oprimirnos y lo más lamentable es que quienes están para velar por nuestros derechos miran para otro lado”.
Otro pedido de intervención
En la sesión de la Cámara de Representantes del jueves, diputados de la oposición volvieron a presentar una preferencia para reclamar la intervención del Ejecutivo en otro conflicto que envuelve al Grupo Z: la falta de plástico para emitir las SUBE, y se solicitó que hasta que “no haya una alternativa de cobro del boleto que favorezca a los usuarios, el abono sea de $50 con o sin SUBE”, se remarcó.