Sostener hasta el final rojas hojas cual heridas de la infancia, cual falta de comprensión hasta lastimarnos, como miembro del cuerpo, de la familia, de la comunidad, que lastimado y mal herido queremos sostener, llevando hasta viejos lo que nos hirió de pequeños, escuchando la misma música una y otra vez, la misma queja, el mismo dolor, como si fuera eso un mundo seguro, haciendo del sufrir la raíz del chakra XIII ubicado debajo de los pies, mirando sin ver.
Pero Crotonur Ucurana, una especie cicatrizante de ecosistemas, que aparece primero y luego de una perturbación, junto al Palo pólvora, el Ambay y el Fumo bravo para iniciar la restauración del ambiente. Popularmente se la conoce con el nombre de Sangre de drago, tiene algo que decir para develar la Maya, eso que “no es” y saliendo de la ilusión para lograr el Samadhi, alcanzar a Moksha o liberación espiritual. Primero habría que hallar, contactar con el espíritu y tal vez al contactar con la verdadera naturaleza de las especies y sus dinámicas podamos sentir a Moksha. (1, 2)
Claridad y liberación espiritual tiene que ver con vivir en el ahora, más presentes que nunca, constituyendo colectivamente una trama viva de comprensión espiritual, como hacen miles de especies y organismos para formar eso que llamamos Selva. Sangre de drago se encuentra al principio de la selva en el tiempo y el espacio, tal vez por eso se la considera una especie medicina, porque viene, junto con otras especies más a sanar de la mano de la madre del mundo a la tierra.
Sangre de Drago puede que sea la especie indicada para meditar en su sonido suave y metálico (3) como si fuera un llamador de ángeles, de hecho, vieron en su contacto Duendes, Devas y Ángeles Dominaciones, contribuyendo al conocimiento de que todo esto es real y ofreciendo protección a los ruidos molestos, de baja vibración que pudieran intoxicarnos desde adentro.
Entre las frecuencias detectadas por Peter Gariev († 2020) desde la epigenética que define nuestro genoma como bioordenador holográfico que genera ondas acústicas y electromagnéticas solitónicas endógenas (sonido y luz), para transportar información y así organizarnos en el espacio y el tiempo.
Sería en el chakra número 5, el encuentro de nuestras memorias holográficas fijadas en el agua y reflejas por Sangre de Drago, cuando, mediante la voz que nos caracteriza, expresamos con conciencia quiénes somos, cómo somos y lo que hacemos.
Para tomar conciencia, al ponernos en contacto o tomar su esencia, sentir la sabiduría y la medicina de esta especie arbórea de la Selva Atlántica y Amazónica. El género Croton está indicado para cicatrizar heridas, de uso endógeno para úlceras y exógeno para heridas que no cicatrizan, también como inmunoactivadora, antioxidante, dolor de muela y más.
Y como desde un principio, la entrega es inefable, el camino nos conecta, nos encuentra, la naturaleza nos espera, nos contiene y nos regala día a día vida. Buscar maneras de señalar eso para replicarlo, mostrarlo, ser consecuentes y trabajar en el silencio disfrutando de los regalos que la naturaleza nos da todo el tiempo. (4)
(*) Agradecimientos a las contribuciones de 1. Patricia Couceiro, 2. Silvia Kruchowski, 3. Cristina Bosso Scarpinello y 4. Iris Duarte. Miembros del equipo de Investigación de Ecosanación.