¿Te imaginás que tuvieras varios hermanos y que la mayoría de ellos jugaran al fútbol en el mismo equipo y en el mismo momento?. Bueno esto pasó el fin de semana pasado en Posadas.
Los Vázquez, una familia futbolera de pura cepa, se convirtieron en noticia por lo curioso, lo llamativo y que no se da seguido en el mundo futbolístico federado de la Liga local.
Cuatro hermanos pudieron cumplir el sueño de ponerse la misma camiseta, en el mismo momento, el mismo lugar y que tuvo como premio mayor el triunfo del club al que representan.
Si bien existieron otros casos similares en el ámbito local, no es muy común que esto ocurra.
Argentinos Juniors, una humilde institución que milita en el ascenso posadeño hizo jugar, el fin de semana pasado, en la victoria del Bicho sobre Acapulco por 3 a 1 a Juan Ramón (27), Miguel Ángel (23), Leonardo Ismael (21) y Walter Darío (19), a los hermanos Vázquez que por primera vez actuaron en la primera división del equipo posadeño,
Los hermanos, que comparten la misma pasión por el fútbol con Juan, el padre, que es árbitro de la Liga hace 15 años, y con Yovana (17), la hermana menor que juega para Atlético Villa Cabello, en el femenino local, son los auténticos exponentes de los que juegan por “amor a la camiseta”, ya que desde muy chicos, todos ellos, comenzaron a jugar en la humilde institución que preside en la actualidad Rogelio Dowojak y en la cual continúan, más allá que hayan pasado circunstancialmente por otros clubes.

La vida muchas veces tiene sus vaivenes que hace que los sueños choquen de frente con la realidad, orientando el presente a otra dirección.
Los Vázquez, una familia humilde del barrio La Misión, juegan por amor al juego de la pelota.
Varios de estos jóvenes se rebuscan con changas en la construcción u otros trabajos temporarios; mientras siguen con el ritual de los fines de semana de cientos de deportistas que saben, que, por su edad, sus futuros están ligados a sus ganas de despuntar el vicio, ya que “el sueño del pibe” se terminó y la realidad cotidiana los sitúa en otro escenario.
Sin embargo, la pasión por el juego los convierte en fervorosos adoradores del más popular de los deportes y actores principales de un ritual, cada fin de semana, que les sirve de un punto de escape.
Jugar y a la par

“La verdad que son placeres que pocas personas pueden cumplir. Desde muy chico jugamos juntos, pero hacerlo en la primera es algo único. Fue lo mejor que me pasó” señaló Leonardo Ismael a EL DEPORTIVO, que juega de enganche o carrilero al ser consultado sobre la sensación tras el debut en la primera del Bicho.
“Somos muy unidos y nos llevamos bien. Aunque a veces discutimos por algunas tonterías, pero siempre terminamos en buenos términos”, comenta Walter, el más joven de los varones y el más locuaz.
Walter, que arbitró algunos partidos de las divisiones inferiores de la Liga junto a su hermano Leonardo, se dedica cuando tiene tiempo de a ayudar en el Hogar Cristo del barrio Manantial.
“Me gusta jugar de enganche y asistir a mis compañeros. Entre nosotros nos entendemos simplemente con una mirada”, dice entre risas, Miguel, el único defensor de la familia, que a veces actúa de arquero cuando hace falta.

“El que mejor juega de todos nosotros es ‘Carita’”, coinciden casi al unísono todos los hermanos en la charla con EL DEPORTIVO al hacer referencia a Jonathan (26), otro de los nueve hermanos Vázquez, que por el momento no está jugando y al que intentan convencer que vuelva a vestir los colores del Bicho.
Los jóvenes comentaron que Argentinos tiene su propio campo de deportes, en unos terrenos ubicados detrás del Baliña, en la zona oeste, en donde entrenan por ahora las inferiores.
Los Vázquez, al igual que los hermanos Reis (Pablo, Brayan, Emanuel y Matías), que actuaron juntos para Deportivo Jardín América, hace un tiempo atrás en el torneo Provincial, o los Cuellar, los cinco hermanos salteños que fueron noticia cuando decidieron jugar para El Porvenir de Plottier de Neuquén tienen en su ADN el amor por el más popular de los deportes y constituyen los actores de reparto de un juego-espectáculo que reparte miles de millones de pesos a los más talentosos, pero que reúne a ciento de miles de personas en un campo de juego en donde los futbolistas amateur mantienen vivo al más popular de los deportes.
“Es un orgullo para nosotros”
“Soy el más chico de los varones. Este año empecé otra vez a jugar al fútbol, porque en el 2018 dejé de jugar para las inferiores de la Cantera, pero por un problema de salud tuve que dejar. Pero este año volví a jugar”, expresó Walter, quien es el que más habla entre los Vázquez, hincha de Boca y admirador de Fernando Gago.
Por su parte, Juan Ramón, el mayor de todos, al referirse al encuentro del fin de semana donde jugó junto a todos sus hermanos expresó algo temeroso: “Me siento orgulloso. El más grande de todos -los hermanos- jugando con sus hermanos en primera es algo muy bueno”.