Elsa tiene 52 años, está bien, pero quiere estar mejor. Es una mujer que anda a mil entre su casa y el trabajo. Así es que con algunos olvidos y esas ganas de hacer siempre más decidió ir en busca de la magia de los suplementos y con pocas ganas de hacer cambios en su día optó por automedicarse.
Entre los suplementos más conocidos como estimulantes se encuentra el Ginkgo. Comenzó a tomarlo y tuvo más energía, pero también empezó a tener intensas cefaleas y se agravaron sus problemas para dormir.
Cuando consultó por las cefaleas durante el interrogatorio casi omite comentar que había comenzado a suplementarse con Ginkgo porque la mayoría suele creer que tomar suplementos de venta libre no tiene contraindicaciones.
Hay muchas cosas que debemos tener en cuenta antes de tomar algo seguro y sin complicaciones. Dentro del cansancio y falta de memoria está la pregunta básica: cómo estoy descansando a la noche, ya que es vital organizar nuestro día, pero básicamente descansar bien.
Sugiero chequear la noche, a qué hora me acuesto, cuál es mi tipo de cena, qué actividades realizo previamente, llevo el celular, cuáles son mis pensamientos antes de dormir, todo influye.
Una buena noche de descanso significa apagar dispositivos, entrar relajados a la cama y preferentemente luego de una cena liviana. Esto no significan: leche ni un sanwichito, significa alguna sopa, verduras o huevo, pero tratar de no consumir algo de difícil digeribilidad.
Si necesito puedo recurrir a la melatonina que no solo es inductor del sueño sino también es antioxidante, no genera acostumbramiento y la puedo dejar cuando deseo. Es la hormona que naturalmente tenemos para avisar a nuestras glándulas suprarrenales que el cortisol debe disminuir para entrar en reposo y poder descansar mejor.
A veces la fórmula ideal es con Valeriana, Pasiflora o diente de león para relajar musculatura, pero debo dejar los dispositivos, dejar de trabajar y planificar para disponerme a descansar.
Sobre esta premisa del buen descanso recién busco pensar en estimular mi día con buena alimentación y algo extra de organización para no hacer tantas cosas al mismo tiempo, aprender a hacer listas y delegar.
El Gingko es excelente, pero no es magia. Estimula el aumento de todas las funciones corporales entre estas, la presión arterial, gastrointestinal y entre estas, la irrigación cerebral, por eso la cefalea. También interacciona con otros medicamentos como por ejemplo levotiroxina que en este caso Elsa toma en las mañanas, esta mezcla no debe hacerse.
Lo ideal es chequear nuestro día y ubicarlo solo en la toma, para evitar estas interacciones y siempre estar atento a los días posteriores de tomar medicamentos nuevos.
Como les digo, es un excelente suplemento que ayuda a estimularnos, mejorar la memoria, cognición y en general todos lo pueden consumir en pequeñas dosis e ir incrementando según lo que deseamos, pero aprendiendo a valorar cada momento con moderación, buen descanso y alimentación es siempre lo mejor.
Se pueden incluir licuados verdes como manzana verde, jengibre, cúrcuma y rúcula que son excelentes estimulantes. Infusiones de romero si busco algo más calentito, mover el cuerpo, sonreír, agradecer y valorar, son aditivos espectaculares.
Disfrutemos nuestro día sin sobreexigirnos, que cada suplemento sea esa caricia que necesitamos para fortalecernos con todos los ultra procesados que consumimos, pero que no sea una sobreexigencia a nuestro ser. Con equilibrio todo es mejor, pasear y disfrutar este domingo.