Comerciantes de Bernardo de Irigoyen presentarán un proyecto para trasladar las casillas de Migraciones a los accesos de la ciudad, del lado argentino. La propuesta es encarada por comerciantes locales y nace de las dificultades que tienen para pasar desde ambos lados de la frontera, algo que complica el comercio fronterizo.
Walter Feldman, de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen, explicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones de dónde nace la idea, que busca subsanar una problemática que arrastran hace ya varios años.
“Nosotros tenemos una frontera diferente, una frontera seca, con un lago y un solo carril para control de Migraciones y Aduana”, advirtió Feldman. Desde la Cámara solicitan que el trámite de migraciones se realice a las afueras de la ciudad, más específicamente en los accesos que comunica al municipio con Eldorado y Puerto Iguazú.
De esta manera, en la frontera solo se realizaría el control aduanero y los visitantes del vecino país que quieran realizar compras y otras actividades comerciales, dentro de los marcos legales, puedan hacerlo sin realizar interminables colas, debido al doble control.
Según aseguró Feldman, este sistema es utilizado del otro lado de la frontera, donde los argentinos tienen el control migratorio saliendo de Barracão, Dionísio Cerqueira.
Para la ciudad fronteriza, el intercambio comercial con la comuna del vecino país es de suma importancia y que se ve afectado por las demoras en los controles.
“El problema es el siguiente: un auto que proviene de Brasil, primero debe registrarse en Migraciones el conductor y cada uno de los ocupantes; luego debe pasar por el control aduanero y, si presenta alguna irregularidad, debe pegar la vuelta y volverse. Por este motivo, muchos prefieren estacionar a una cuadra y cruzar caminando, porque hay puntos donde no hay control peatonal”, explicó.
Quienes deciden pasar caminando, optan por comprar en los comercios cercanos a la frontera y eso deja en desventaja a los comerciantes que tienen sus locales más adentro del pueblo.
Feldman denuncia que es “una frontera mal hecha” y que, de trasladarse las casillas permitiría a los brasileños ingresar a la ciudad, hacer turismo, comprar y volver a su casa en el mismo día, sin mediar inconvenientes.
“La idea es que, ahora que este intercambio les conviene a ellos, puedan ingresar a comprar en los comercios que no están cerca de la frontera, siempre respetando el cupo de los 150 dólares”, advirtió.
Otro de los fundamentos que alegan los comerciantes, es que este control migratorio trabaja de 7 hasta las 19, para luego de esa hora liberar el paso.
“A esa hora ya están todos los locales cerrados, pero nos da otro motivo para entender que es posible mover el puesto de Migraciones”.
A pesar de contar con varias casillas, el acceso se vuelve igualmente un cuello de botella, debido a que el paso fronterizo cuenta con un solo carril. “Acá no se invirtió en nuevas estructuras de frontera, como sí pasó en Puerto Iguazú y Posadas”.
Agravante vacacional
Desde la Cámara quieren apresurar la propuesta para que se efectivice antes de las vacaciones de verano, donde la situación se agrava. Es que, Bernardo de Irigoyen es el principal paso para ir a vacacionar en las playas brasileñas.
Debido a esto, el tránsito vehicular se congestiona aún más y desalienta a los brasileños a cruzar el lado argentino a comprar, algo que afecta sensiblemente al comercio local.
“Más allá de la frontera internacional, nosotros formamos parte de una comunidad sola con Dionísio Cerqueira; nuestros abuelos, primos, amigos viven del otro lado y estos controles hacen que todo sea más difícil”, reflexionó Feldman.
Respecto a la cantidad de visitantes que cruzan el paso fronterizo, explicó que alrededor de 1.500 migrantes logran entrar a la ciudad de manera legal y la misma cantidad lo hace caminando.
No obstante, además de permitir ingresar a estas personas que ya lo hacen desde la clandestinidad, entiende que incentivaría a más brasileños a cruzar y realizar compras en el lado argentino.
Apoyo provincial
Bernardo de Irigoyen fue escenario de diversos episodios de inseguridad y casos de violencia, algo que, aseguran desde la comunidad, es algo poco frecuente en el lugar.
Es por esto que, cuando los representantes de la Cámara de Comercio presentaron esta idea al Gobierno provincial, recibieron su apoyo para avanzar.
“El Ministro de Gobierno me pidió que avanzáramos en esto y que hagamos conocer esta propuesta, porque es una buena iniciativa para ratificar esa imagen de hermandad que tenemos con el vecino país y que no sea recordada por esos desafortunados episodios”.
Contrario a lo que se especula, desde el municipio entienden que el traslado de las oficinas no aumentarían la inseguridad, sino que regularía de manera más óptima el tránsito fronterizo.