Lithraea es un género de árboles que tienen follaje brillante y traslúcido. Molle de beber, sus flores se agrupan en inflorescencias terminales de color amarillento.
Las flores femeninas y las masculinas pueden encontrarse en forma separada en un mismo ejemplar o en ejemplares diferentes. Sus frutos son dulces, comestibles y muy utilizados en la elaboración de bebidas como la aloja de molle o también suele colocarse en el mate como endulzante.
La quema o el roce con la madera, ramas y hojas de este árbol puede desprender litreol y ocasionar reacciones alérgicas en la dermis de algunas personas.
Esta especie crece asociada a cursos de agua. En las serranías cumple importantes funciones como protector de cuencas para evitar la erosión del suelo y captación de agua de lluvia.
Mencionar que la madre tierra que tanto brinda a todos los organismos que la habitamos, tal vez también, a veces, entre todas las cosas que nos provee, transfiera ese poder característico que posee el arquetipo madre a algunos árboles, pájaros y personas. Enseguida, al evocar a la madre, puede que aparezcan imágenes de cuidado, cariño, alimento, refugio y protección, sin embargo, también a este arquetipo se asocian palabras y sentimientos como ausencia, hostilidad, carencia y conflicto.
Todos también son parte de procesos que lleva adelante la Madre Tierra, los cuales nuestros antepasados y contemporáneos experimentamos y nos hacen tener ciertas concepciones o percepciones sobre cuan benéfica y acogedora es. Todos los caminos para encontrarnos en esa relación social filial, consanguínea, perpetua y a veces tirana.
El primer paso para sanar es ver, identificar y reconocer eso que nos desequilibró, resulta que la madre que no está, la madre que no estuvo o la madre que no quiere estar, visto como madres, abuelas, hijos o padres puede generar tal guerra interna que nos lleve a la destrucción ahí fuera o tanto peor, la autodestrucción.
Lastimar a la madre para llegar al padre (1), en vez de aceptar y amar a la madre para llegar al padre, en nuestro rol de madres reconocer y habilitar al padre, darle lugar al desarrollo de su arquetipo, también necesario, también voluntario. Padre Sol y Madre Luna.
Allí aparece molle de beber, una especie medicinal que demuestra actividad analgésica, antiinflamatoria, inmunomoduladora y anticancerígena, la ponen en relieve para continuar estudios y optar por ella para constituir medicina formal, mientras, la etnomedicina ya dice mucho sobre ella, hemostática, diurética, tónica, para enfermedades respiratorias, uricosúrico e hipoglucemiante, entre otros usos.
Desde el campo morfogenético que poseen las especies y los procesos ecológicos propios de las comunidades, mencionar al árbol molle de beber como un verdadero marsupio, puede mostrarnos nuestros aciertos, virtudes, errores y equivocaciones.
Todo para aprender y cuando el ciclo vuelva a comenzar, avanzar, con sabiduría como la Madre Tierra, acompañando el proceso evolutivo de las especies y asociándose a esa entidad del sobreviviente del más apto o Selección Natural.