El 7 de agosto de 1948, el atleta santafesino Delfo Cabrera ganaba la maratón olímpica y obtenía así la medalla dorada en los Juegos de Londres, en una de las mayores hazañas de un deportista nacional.
Nacido en Armstrong, departamento de Belgrano (Santa Fe), Delfo fue el cuarto de seis hijos de Claro Cabrera y Juana Gómez.
El deporte le llegó por añadidura: a cargo de uno y otro trabajo pesado que demandaba toda la ardua jornada, volvía a su casa al trote, o en franca carrera. Así se moldearon la fortaleza de sus piernas y sobremanera su resistencia a los largos recorridos.
Inspirado en la proeza de Juan Carlos Zabala (“El Ñandú Criollo”, medalla dorada en los Juegos de Los Ángeles de 1932), se acercó al club San Lorenzo de Almagro, donde se puso a las órdenes del celebérrimo profesor Francisco Mura.
Salió del servicio militar, se casó con Rosa Lento, tuvo tres hijos (Hilda, Delfo Jr y María Eva, ahijada de Evita), fue bombero de la policía federal, curso educación física y en 1948 integró la delegación argentina que intervino en los Juegos Olímpicos de Londres.
Para poder competir en la capital inglesa fue menester que le hicieran zapatillas a medida, una perfecta obra de logística a cargo de Don Ramón, un prestigiado zapatero del Parque Chacabuco.
Musculoso y de baja estatura, Cabrera había recibido la sugerencia de que no compitiera en Londres, puesto que sufría de un soplo al corazón, pero ni por asomo se le ocurrió contemplar declinar intervenir con sus compatriotas Eusebio Guiñez y Armando Sensini en la célebre prueba iniciada a las 15:30 del 7 de agosto de 1948.
Tras un primer tramo liderado por un competidor coreano que se agotó más temprano que tarde, parecía que la gloria quedaría en mano del belga Etienne Gailly, pero Cabrera reservó fuerzas para el sprint final: se le fue acercando hasta la entrada a Wembley, donde ingresó segundo.
Ni bien ingresaron al estadio, el europeo se quebró físicamente y Cabrera, con un gran cierre, lo superó con holgura, resistió la firme arremetida del británico Thomas Richards y cruzó la meta victorioso.
Cabrera estableció una marca final de 2:34:51, seguido por Richards con 2:35:07 y Gailly con 2:35:33.
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El gran Delfo falleció a los 62 años, el 2 de agosto de 1981, a consecuencia de un siniestro vial sufrido en el kilómetro 187 en la ruta nacional 5, en las cercanías de Alberti, donde residía.
Fuentes: diario PRIMERA EDICIÓN y agencia Telam