El Parque Nacional Iguazú abrió sus puertas este martes y recibió al visitante un millón del año en curso. En realidad, visitantes, porque fue una familia de seis, oriunda de Neuquén, la afortunada en ser acogida con alegría y regalos por autoridades misioneras.
Las Cataratas del Iguazú fueron un imán que cautivó este año a los turistas que llegaron desde distintas partes de la provincia, del país, de la región y de varios lugares del mundo.
La familia Barreto, compuesta por Pablo, Candela, Betina, Ulises , Cristina, Estefani y Belén, fue la que piso el Centro de Visitantes en el PNI donde aguardaban el gobernador Oscar Herrera Ahuad, el ministro de Turismo provincial, Juan Manuel Arrúa, el intendente local, Claudio Filippa, autoridades del Parque y otros funcionarios locales y provinciales.
No cabe dudas de que el destino del norte misionero se destaca por su prominente naturaleza y su belleza visual, con cientos de saltos y el circuito Garganta del Diablo como la “vedette” que todos quieren conocer. Todo esto trae aparejado beneficios económicos muy importantes para Misiones.
Pero a su vez, resalta la importancia de aunar esfuerzos para continuar protegiendo y preservando un ecosistema único en el mundo, mientras se brinda una experiencia inolvidable a los visitantes.
Las autoridades del Parque Nacional Iguazú expresaron su gratitud a todos los turistas que han contribuido a este logro y reafirmaron su compromiso de mantener altos estándares de conservación ambiental y experiencias turísticas en los años venideros, según La Voz de Cataratas.