Les hablé de la influencia del escritor Arthur Jarry sobre Picasso, el escritor sostenía la “unidad de la vida literaria y el arte”.
Picasso comienza a responder artísticamente a este mensaje, “la pintura solo es búsqueda y experimento”, dice además: “La pintura es un juego del espíritu”, profundiza su mirada en la vanguardia, hace un gran esfuerzo para romper sus modelos de pensamiento.
Paralelamente en el mundo de la ciencia aparece la teoría de la Cuarta Dimensión, Picasso debido a su conexión con la metafísica, la visión astral era la percepción de un objeto cuya representación se extiende hasta el infinito. Henry Poincaré, matemático fundamental de esta teoría, formula se cierta manera, que, así como representamos objetos en forma tridimensional en una tela, también podemos dibujar una figura, una figura de cuatro dimensiones desde distintos puntos de vista, juego geométrico de distintas perspectivas de uno y el mismo objeto que suceden simultáneamente.
Dijimos también que Picasso con su genialidad da origen a su obra “Mademoiselles de Avignon”, modelo de espacio simultáneo.
La “Mademoiselle” inclinada representa visualmente un frente frontal y en perspectiva el perfil, considerado para él la Cuarta Dimensión, este espacio simultáneo serían las imágenes guardadas en el inconsciente. ¿Por qué el lenguaje abstracto de la geometría fue necesario? Picasso había observado las estatuas africanas, las máscaras, estos múltiples planos y bordes, eran la justificación perfecta para la multiplicidad de las miradas.
Recordemos que en esos años Europa dirige su mirada hacia África, muchísimos pintores se ven influenciados: Modigliani entre otros. Poincaré habla del científico en la búsqueda de armonía, belleza de las fórmulas matemáticas y Einstein lo hizo en sus formulaciones sobre la estética en el descubrimiento de la teoría de la relatividad.