Usuarios del servicio de transporte público padecerán hoy una lamentable tercera jornada consecutiva de paro porque -por lo menos hasta anoche-, el Grupo Z y ETCE se mantenían firmes en su postura de no pagar los sueldos.
“Nos siguen teniendo de rehenes de esta suerte de extorsión que están realizando las empresas con los trabajadores en el medio”, dijeron a PRIMERA EDICIÓN integrantes de la agrupación “Los Usuarios Somos Pueblo”, quienes se organizaron para llevar hoy adelante una protesta en Posadas.
Mientras tanto, en la jornada de hoy proseguirá la tensa espera de los trabajadores para ver si se depositan los sueldos y así descomprimir el conflicto desatado.
“Por el momento lo que circula entre compañeros es que este jueves sigue el paro, con presencia en los lugares de trabajo, pero por tiempo indeterminado si es que seguimos sin cobrar”, señalaron con impotencia y bronca trabajadores de la empresa Don Casimiro.
Por lo tanto, en principio la zona metropolitana seguirá hoy sin los colectivos del Grupo Z lo mismo que Oberá y en Eldorado, ETCE también prosigue con su postura de no pagar los salarios de acuerdo a los términos del último acuerdo salarial. Mientras, presiona por la llegada de más subsidios.
Preocupación e impotencia
Sin colectivos, una parte muy afectada de la sociedad son los estudiantes de los barrios que dependen del colectivo para llegar a clases.
La postal que dejó ayer el segundo día de paro fue de colegios semi vacíos porque la mayoría de su alumnado usa el colectivo y faltan, porque sus padres no pueden costear medios alternativos, ya que también deben arreglarse como pueden para asistir al trabajo.
Si bien, hay un grado de tolerancia, en el sentido de contemplar la situación, en los hechos, se dan clases con los chicos que si asisten. Por lo pronto, hasta ahora, prosigue la incertidumbre por una huelga que podría extenderse mucho más aún.
“Con los compañeros coincidimos que es lamentable”
Aunque muchas empresas de la provincia sí cumplieron los acuerdos salariales y sus unidades vienen brindando el servicio, algunas de ellas inclusive con refuerzos para contener la demanda; aquellas que no lo hicieron y que llamativamente son las que se llevan la porción más grande de los subsidios destinados al sector, pretendieron ampararse en que los salarios no se abonaron porque el Gobierno nacional se había comprometido a depositar los fondos para cubrir la variación, pero los recursos no llegaron, cuando es evidente que tienen “colchón” para soportar los retrasos mencionados y pagar lo que corresponde a sus empleados.
“Con los compañeros coincidimos que es lamentable la situación, todos los días venimos a pararnos frente a la empresa para salir a tomar servicio ni bien nos digan que vamos a cobrar y volvemos a nuestras casas con los bolsillos vacíos. Es humillante”, declaró a este Diario un chofer, quien también es delegado de la UTA y que pidió reserva de su identidad para evitar represalias.
El hombre, pidió también expresar “ante la sociedad” los motivos de la huelga de trabajadores, tomada a partir no solo del incumplimiento de la nueva grilla salarial sino también de incumplimientos que se vienen acumulando mes a mes.
“La gente en la calle nos insulta porque cree que la medida responde a una avidez personal cuando, en honor a la verdad, el viernes muchos de nosotros cobramos entre $13.000 y $29.000 como mucho, e incluso tengo compañeros que ni eso. Entonces, a la aplicación de la nueva grilla, que por supuesto también es un reclamo, en realidad se suma a que primero nos paguen lo que nos deben hace meses”, enfatizó.