Luego de que se suspendiera la audiencia que estaba fijada para el 19 de abril pasado, ayer los acusados tenían nueva fecha para sentarse en el banquillo del Tribunal Penal 1 de Oberá por un homicidio ocurrido en mayo de 2019. El debate tampoco se realizó, pero esta vez porque los acusados pidieron abreviar el juicio.
Hugo Daniel “Tahuató” Ferreira y Juan Ramón “Manguera” Fernández ambos de 23 años, reconocieron haber sido partícipes del crimen de Felipe “Joyita” Rodríguez (78), quien era el cuidador de una chacra de Campo Viera.
A través del defensor oficial Matías Olivera, la fiscalía ante el Tribunal había ofrecido el acuerdo a los encartados quienes se reconocieron culpables de “homicidio en ocasión de robo por haberse cometido en poblado y en banda y con la participación de un menor”, y por el cual firmaron una pena de 14 años de prisión.
En tanto, respecto al menor en cuestión quien hoy tiene 20 años, aceptó su responsabilidad en el hecho pero por la edad que tenía al momento de crimen no fue condenado, fue declarado penalmente responsable. Oportunamente fue la Justicia Correccional la que intervino respecto a su situación.
El acuerdo firmado por Ferreira y Fernández será presentado ante los magistrados del Tribunal, quienes de no haber objeciones al mismo pasarán a homologarlo para confirmar la condena.
“Joyita” Rodríguez vivía en una casa del lote 194 de Campo Viera y fue visitado por delincuentes quienes le robaron un televisor y una motoguadaña, pero antes de ello lo maniataron.
Los señalados se encargaron de ocultar el robo asesinándolo, porque temían que de otro modo los denunciara ante la policía.
Los asesinos cerraron la casa y se fueron con los elementos y no fue sino días después que alguien avisó a la policía porque no veían al cuidador y sentían un olor putrefacto que salía de la vivienda.
Cuando ingresaron encontraron el cadáver en avanzado estado de descomposición, pero era visible una profunda lesión en el cuello (realizada con arma blanca y con mucha fuerza) el cual estaba casi por completo desgarrado del cuerpo.
La pista que llevó a los autores fue que en el frenesí de lo ocurrido olvidaron una gorra y una chalina. Testigos habían reconocido a jóvenes de la zona con esas prendas y así se orientó la pesquisa.
Con órdenes de allanamiento la policía irrumpió en viviendas del barrio Oeste de Campo Viera. En la casa de “Tahuató” secuestraron prendas con sangre. Luego hicieron lo propio en el domicilio de “Manguera”.
También lo hicieron en el domicilio del menor “Maxi” Sanchez, a quien solo demoraron porque tenía 16 años y no podía ser detenido.