La convocatoria para marchar por la “paz de Campo Viera” concentró este sábado por la tarde la participación de unas 600 personas.
Con tranquilidad pero mucha convicción de que no desean “manifestaciones violentas”, la gente, desde niños hasta ancianos, caminaron con carteles y globos en las manos a la espera de que se comprenda el mensaje: “No estamos en contra de las organizaciones sociales”, dijo Daniel Morínigo a PRIMERA EDICIÓN para que de alguna manera se entienda que no hay intención de criminalizar las protestas.
“Repudiamos lo que pasó, porque la violencia no es el camino”, afirmó de su parte, el jubilado Felipe Antúnez muy preocupado por lo ocurrido durante la manifestación de militantes del MTR, que el martes último terminó con manifestantes y policías lesionados, además de serios destrozos en la sede municipal.
La constante entre los caminantes fue la “preocupación” y el “temor” de que los eventos se puedan repetir, de acuerdo a lo que pudo testear este Diario, que acompañó la movilización para conocer la opinión de los vecinos.
“Repudiamos lo que pasó, este es un pueblo muy chico para que sucedan estas cosas. Espero que las cosas ahora vayan por buen camino. Creo que lo que hicieron los manifestantes está mal, acá nos conocemos entre todos y ojalá que no nos vuelvan a pasar estas cosas. La Municipalidad es de todos los vecinos, no del intendente. Romper lo que tenemos no nos parece”, fueron algunas de las declaraciones recogidas durante la lenta marcha, que se inició en la plaza Malvinas hasta la plaza Belgrano, cerca de la comisaría donde todavía permanece alojado uno de los cuatro detenidos por el intento de toma de la Municipalidad y que se enfrenta a serios cargos ante la Justicia.
Hay que recordar que tres de las personas detenidas fueron puestas en libertad este viernes, aunque lo dispuesto por el juez Horacio Alarcón, es que continuarán supeditados a la causa.
“Basta de violencia”
La queja de los vecinos tuvo que ver con la violencia ejercida durante la protesta del MTR, en la cual se los acusa de haber llegado ante la sede comunal con piedras, bombas molotov e incluso se llegó a rociar con combustible a un efectivo policial.
“No ocurrió una desgracia por pura suerte, pero lo que pasó ese día no tiene nada que ver con un reclamo justo por el difícil momento que atravesamos todos”, apuntó el vecino Daniel Morínigo.
El sacerdote Fabián Szyszkwoski, quien estuvo a cargo de la oración y bendición ecuménica de la marcha junto a pastores locales también se refirió la las motivaciones que lo llevaron a involucrarse con el reclamo de las familias de Campo Viera.
“Participo como párroco y como vecino, porque los hechos ocurridos sembraron terror en nuestra comunidad. La gente se quedó con miedo, algunos de los comerciantes ya no quieren ni abrir sus comercios. Acá en Campo Viera somos una familia y por eso hoy sentimos que nos tenemos que cuidar entre todos y defender inclusive a quienes nos defienden”, sostuvo el religioso.