Lo primero que debemos saber: ¿Qué es la fuerza? La cualidad por la que el músculo es capaz de vencer o mantener una resistencia se llama fuerza. Esta resistencia puede ser máxima, media o baja, de media o alta velocidad, y a la vez este esfuerzo puede ser mantenido durante muy breve, medio o largo espacio de tiempo.
Los ejercicios de fuerza mejoran la densidad ósea disminuyendo así el posible riesgo de osteoporosis o fracturas, protegiendo a la vez nuestras articulaciones.
Además logramos prevenir lesiones, ya que músculos, tendones y ligamentos tienen menos riesgo de dañarse, pudiendo resistir trabajos con mayor intensidad.
La fuerza puede representar la capacidad física más importante del ser humano, dado que la fuerza es imprescindible para movernos e interactuar con el medio que nos rodea, es por ello que la fuerza es una capacidad importantísima del ser humano.
Algunos de los beneficios de la fuerza son los siguientes:
• Te ayuda a desarrollar la velocidad y elasticidad.
• Aumenta la densidad ósea, minimiza el riesgo de sufrir osteoporosis y su avance.
• En personas mayores ha conseguido detener la reducción de masa ósea.
• Ayuda a preservar y ganar masa muscular.
¿A qué edad comenzar?
En este sentido, el físico y con ello el entorno muscular se desarrollarán de manera natural hasta los 18 años en las chicas y los 21 en lo chicos. Bajo esta tesitura, antes de estas edades no debería ser del todo recomendable aplicar duras rutinas de tonificación para ganar masa.
Sin embargo, no hay evidencia científica que afirme que el entrenamiento de fuerza esté contraindicado en edades tempranas.
Según los expertos, la edad más recomendada para comenzar en el gym es una vez terminado el proceso de desarrollo de la pubertad, entre los 15 y 16 años.
Es en este momento cuando los jóvenes comienzan a desarrollar la musculatura, que cobra más sentido introducir trabajos de sobrecarga, el uso de pesas y algunas máquinas en una rutina para principiantes en el gym.
Esto no quiere decir que considere que un niño de 13 años deba comenzar una rutina de fuerza intensa.
A esa edad tan temprana y aún en formación, debe enfocarse más, como hemos mencionado, en aprender bien los patrones del movimiento y a mejorar su control motor, que está en pleno desarrollo y hay que estimular.
Al pasar del tiempo aún más debemos trabajar la fuerza
El entrenamiento con pesas puede ayudar a mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis. Aumenta la masa muscular: con la edad, es común que se produzca una pérdida de masa muscular, que puede derivar en consecuencias mayores, como la sarcopenia en personas mayores.
Para tener independencia y movilidad en personas mayores, será determinada por la cantidad de masa muscular. La disminución en la fuerza muscular también se ha asociado con la fuerza en general, el paso al caminar y problemas de balance que incrementan el riesgo de caídas.