Dos kilos de costilla, una tirita de costilla de cerdo, cinco chorizos y tres morcillas suman en promedio a la hora de ir a la caja $13.000 en carnicerías posadeñas. Con el carbón y una modesta ensalada o mandioca para acompañar, el cálculo se va a $16.000. Este valor se va a $19.500 si se incluye también, además de los diversos ingredientes nombrados, el postre, como helado o frutas.
Ocurre que, después de más de 4 meses sin subas significativas, en las últimas semanas se vieron aumentos muy fuertes en todos los cortes de la carne y hasta ayer hacer un asado más o menos completo para cinco personas se encareció por encima de 40%, en comparación con la misma altura de agosto.
“Seguimos sintiendo los efectos pos-PASO, cuando inclusive hubo unos días que estuvimos sin precio y había mucha incertidumbre. Pasamos de tener subas promedio de entre 5% y 7% mensuales a un 35% y 45% de incremento en la mayoría de los cortes. Así se pasó de un promedio de $2.100 el kilo de costilla de novillito a los $3.500 o $4.000 que es lo que vale ahora”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el dueño del Palacio de la Carne, Hugo Metrechen, empresario del sector.
Con este difícil panorama, es cada vez más “saladito” cumplir con la tradición argentina por excelencia: tirar los domingos la carne a la parrilla para compartir un tiempo familiar. Sin duda, nobleza obliga, hay que aclarar que el costo de un asado para cinco puede ser distinto dependiendo de la calidad de la carne, la cantidad, los complementos que se incluyan (como chorizos, morcilla, papas, ensaladas, bebidas) y el lugar donde se compre.
De todas formas, en promedio, y tomando en cuenta un asado estándar con carne de buena calidad, con los complementos básicos, un precio de mercado razonable en carnicerías se puede estimar un costo aproximado de entre $13.000 y $15.000.
En el supermercado
En una recorrida de incógnito de este Diario por las góndolas de carnicerías de los supermercados capitalinos más grandes, poner a asar carne para el almuerzo de cinco personas se va a tener un gasto aproximado de $18.000. La costilla promedio por kilo se paga $4.100, y la tirita de costilla de cerdo tiene un monto similar, el kilo de chorizo y la morcilla, en tanto sale $3.400 cada uno. A eso hay que sumarle que el costo de una ensalada es de alrededor $650 (lechuga común y un limón), pero si también se necesita un poco de pan, el kilo del más económico, todavía alcanzado por Ahora Pan saltó a $570.
No hay que olvidarse de la bebida: una botella de vino, de calidad promedio tiene un precio de $3.600, más dos gaseosas grandes (de las que están en oferta) $1.420.
Como postre, a los fines de poner en la mesa un menú lo bastante abundante como para que todos queden satisfechos, el helado no solo es muy apreciado por la mayoría sino que puede ser la opción más modesta; el kilo de la marca más económica está $3.800.
“El consumo tuvo una fuerte baja, la gente se ajusta”
En julio, poner en la mesa un plato abundante y delicioso de costilla de novillito valía casi la mitad que lo que sale ahora.
“A principio de ese mes el kilo de costilla de primera calidad no superaba los $2.300 y hoy está encima de los $3.550, como oferta. Con la devaluación que se aplicó después de las elecciones de agosto, no pudimos mantener ni siquiera las pequeñas ofertas, que mal que bien veníamos sosteniendo. Hay que acordarse que la carne vacuna fue teniendo subas que eran bastante sostenidas”, amplió el dueño del Palacio de la Carne.
Y acotó: “Las subas más grandes las habíamos sentido en el precio del cerdo, embutidos y el pollo”.
Hugo Metrechen no se mostró muy confiado en que el producto tenga estabilidad de precios para los próximos meses, sin embargo deseó “esperemos que se mantengan porque la gente no da para más”.
El comerciante explicó, no obstante, que rige el acuerdo de precios con el Gobierno nacional para que haya estabilidad hasta después de las elecciones presidenciales que ocurrirán el 22 de octubre. “Más adelante veremos qué nos depara el futuro del país”, enfatizó.
“El consumo tuvo una baja importante y la gente se ajusta por todos lados, cada vez tiene menos por donde ajustar, porque no se acompaña con los salarios, que no crecen en la misma proporción”, finalizó.