El robo de 27 animales de una chacra de Dos Hermanas en inmediaciones de la ruta provincial 18 pone en alerta a los productores misioneros que, como sucede últimamente en Misiones, quedan abandonados a su suerte, luchando contra el delito rural, ya que la policía de las unidades regionales del interior no da abasto.
Sobre este caso en particular, Sergio Delapierre, referente de los productores autoconvocados de la zona norte contó que fue el fin de semana pasado mientras llovía, a 12 kilómetros del casco urbano, los animales “fueron arreados por gente que conducía motocicletas alrededor de 8 kilómetros y los metieron en el campo de una persona que seguramente tendrá que ver con esto. Por suerte, el apoderado del establecimiento pudo divisar las huellas y se dio cuenta que había muchas vacas transitando en el camino y vio las huellas de la moto. Hizo la denuncia y acudió a Autoconvocados, que siempre busca articular con autoridades de la provincia para dar refuerzo a lugares donde ocurren delitos importantes”, resumió.
En ese sentido, destacó el trabajo policial por “un muy buen operativo”. Efectivos estuvieron montando guardia toda la noche, esperando la orden de allanamiento del juez de Instrucción 1 de San Pedro, Ariel Belda Palomar, que llegó al otro día al mediodía, y comenzó el operativo.
“De a uno fueron encontrando los animales que estaban mezclados con la hacienda de otra persona, por suerte estaban marcados (pertenecen a un productor de Andresito) y los 27 animales fueron recuperados y se trasladaron al corral de la persona que fue víctima de robo”, contó.
Respecto a la causa, dijo que “el propietario del campo donde se encontraron los animales deberá responder ante la Justicia. Veremos qué pasa, ojalá la Justicia actúe y que se le dé castigo”.
Agregó que el dueño del establecimiento (robado) me contó que estaban siendo observados (antes del delito), vieron reflejos de linternas, no son angelitos”.

La oportunidad hace al ladrón
Delapierre recordó que el día del robo se dieron circunstancias particulares para que ocurriera. Primero, había mucha lluvia por lo que no había personas en las inmediaciones a la hacienda; y, segundo, los caminos de las chacras en el interior están abandonados y fueron aprovechados.
En esa línea, el productor del norte misionero criticó que “los caminos del interior están en su gran mayoría desatendidos por los intendentes que, mayormente, se ocupan de los caminos de las zonas urbanas, y salvo algunos alcaldes que se ocupan, los caminos de las chacras están abandonados”.
En este caso en particular, dijo que “por el camino no transitaba nadie. Al día siguiente cuando paró la lluvia el responsable del establecimiento fue a controlar que todo esté en su lugar y se encontró con el portón abierto, etc. Pero ahí no pasa nadie, ni la policía puede pasar”, mencionó.
Acostumbramiento
Seguidamente, el productor autoconvocado mencionó que “hay una especie de acostumbramiento en algunas personas que sin ningún tipo de problemas se roban 27 animales, es una locura. Es arriesgarse a robar una manada importante que no se puede ocultar así nomás, el que lo hace es una persona avezada que no le tiene miedo a nada. Y eso es lo que da bronca”, criticó.
Asimismo, contó que también “hay muchos jóvenes que directamente van y roban los cables en las chacras, los productores que tienen electricidad pierden muchas veces los cables porque es una costumbre: entran, cortan el cable, se lo llevan, lo venden y el productor tiene que pagar muchísimo para reponer ese material”, lamentó.
“Todo lo que es robo ya se da como algo cultural, porque no hay castigo”, resaltó.
Destacó que “la gente se acostumbró a que lo que tiene que pagar por el delito es mínimo, es una pena mínima, entonces arriesga. Por el contrario, si el castigo fuera riguroso y adecuado a lo que se está haciendo, la gente no cometería delitos así nomás”.
Por último, Delapierre reclamó que debe haber un resarcimiento para las víctimas de delitos rurales. “Generalmente por estos robos la persona queda detenida un tiempo y luego salen, y el productor se queda con toda la denuncia, la parte administrativa, ver al juez, ir a la policía. Se queda con todo el temor de que pueda volver a sucederle. El productor va mal desde todo punto de vista cuando hay un hecho de robo y nadie le da un resarcimiento por ese trabajo, se hace cuesta arriba en el interior. Tener gente y tener animales significa un montón de responsabilidades y riesgos”, lamentó.