Efectivos de la comisaría local y de otras dependencias de la Unidad Regional XI, detuvieron a Tiago Rodrigo Stiegelmeier, dueño de una estación de servicio en Santa Rita, quien supuestamente intentó entorpecer un procedimiento de seguridad de la policía. El mismo hombre, en agosto de 2021 fue detenido por agredir a efectivos en la misma localidad próxima a Alba Posse.
Durante la madrugada del domingo pasado, y según videos que se viralizaron por redes sociales, policías de Alba Posse y Santa Rita además de agentes de Tránsito Municipal, realizaban controles preventivos y de despeje urbano en momentos que un joven fue demorado por ruidos molestos provocados con parlantes de grandes dimensiones que tenía en un automóvil, un Chevrolet Astra, en el playón de una estación de servicio.
El propietario del lugar, que cuenta con un antecedente violento desde hace dos años por entorpecer la acción policial, esta vez fue interceptado por seis uniformados hasta reducirlo. Según fuentes policiales, el hombre pretendía que los policías liberaran al muchacho que puso música a elevado volumen adentro del predio. Ante la negativa a colaborar, tuvieron que esposarlo en la oficina de la gasolinera.
Respecto al episodio anterior, ocurrió el 17 de agosto de 2021 en el mismo lugar cuando se llevaba a cabo una fiesta clandestina que el hombre negó y adujo que solo se trataba de un asado familiar. En ese contexto, dos automóviles colisionaron y se generó una discusión entre los conductores.
El comerciante estacionero llamó a la policía para que no pase a mayores pero luego apuntó que los efectivos que llegaron (desde Alba Posse) le atribuyeron responsabilidad por el evento no habilitado.
Stiegelmeier reaccionó con furia para que no lo detuvieran y golpeó a tres uniformados hasta que fue reducido y esposado.
El propietario hizo su descargo y en aquella oportunidad y no solo negó que se hiciera una fiesta clandestina, sino que sintió que los policías no lo tomaron en serio y lo culparon por algo que no hizo.
En aquel momento fue imputado por “resistencia a la autoridad y lesiones”, causa judicial aún abierta según explicaron fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.
En el caso último, no se observó agresión física, pero aseguran que fueron seis los efectivos los que esta vez procedieron de inmediato y sin generar mayores temores.
Desde la fuerza de seguridad indicaron que la detención se realizó porque Stiegelmeier intentó entorpecer el procedimiento mencionado alrededor de las 6 del domingo.

Juzgado
Vale recordar que Stiegelmeier fue condenado en 2020 a tres años de prisión en suspenso, tras un acuerdo de juicio abreviado por un hecho de robo y coima denunciado por directivos del Instituto Superior de Formación Técnica Profesional de la fuerza provincial (ISFOTEP) que funcionaba en ese entonces en la Escuela de Cadetes Manuel Belgrano en el barrio Miguel Lanús de Posadas.
Stiegelmeier se declaró culpable del delito de “cohecho activo y hurto agravado en grado de tentativa por ser miembro de una fuerza policial en concurso real”.
El origen del frustrado robo se registró el jueves 21 de marzo de 2013, cuando en ese entonces Stiegelmeier era agente de Policía. Según el expediente, citó a un sargento y le ofreció diez mil pesos para que días posteriores le ayudara a concretar “un negocio para los dos”.
El sargento y otros policías encubiertos, hicieron creer al sospechoso que “todo estaba arreglado” y el 25 de marzo del 2013, ingresó a la escuela con un cómplice tras arribar en un automóvil Volkswagen Gol gris y una motocicleta 250, respectivamente.
Le entregó el dinero al sargento para que poder ingresar a la Escuela y extraer del interior dos bolsas de tela de grandes dimensiones en la que guardó diez fusiles FAL.
Tras guardarlas en el vehículo y cuando se predisponían a escapar, fueron interceptados por investigadores apostados en las inmediaciones bajo directivas del Juzgado de Instrucción 7. En ese momento le secuestraron una pistola Thunder calibre nueve milímetros, 2.000 dólares, 470 pesos y una radio portátil con la señal de frecuencia de la fuerza de seguridad activada.
El juicio abreviado y condena llegaron siete años después ante el juez Correccional y de Menores 2 de la Primera Circunscripción Judicial, César Raúl Giménez. Fue la fiscal Yolanda Mazal (Menores 2) quien le ofreció a Stiegelmeier, el acuerdo y evitó el banquillo en debate oral y público.