La curiosidad y el gusto por conocer sobre las plantas y sus usos para la salud son los motores en la vida de Tatiana Reinero. Ya como guardaparques y técnica en agroecología, se fue a vivir tres años al sur del país. Cuando volvió a la tierra colorada, lo hizo con un sueño, que rápidamente dejó de serlo porque se convirtió en una realidad.
Fue así como en Candelaria nació “Vita fitocosmética”, un emprendimiento de cosmética y productos de higiene personal elaborados de manera artesanal.
“Vita surge por un lado inspirada en el trabajo de personas con las que me fui cruzando que trabajan con plantas haciendo preparados. Así que hice algunos talleres de cosmética en el sur sumado a conocimientos sobre plantas que ya venía recogiendo desde la carrera de guardaparques”, cuenta la propia Tatiana Reinero en una entrevista con Eco&Agro.
Indicó que en el sur se encontró “con un mundo” de personas que elaboran productos con plantas, como por ejemplo jabón, algo que la atrapó aún más.
“Cuando volví a Misiones empecé a investigar más sobre plantas nativas y medicinales, sobre sus usos. Fui profundizando también en la elaboración de jabón, shampoo, cremas, etc”, señaló.
Una de las primeras cosas que realizó Tatiana en su retorno a la tierra colorada fue el de plantar plantas aromáticas y medicinales que siguen siendo la base de muchos de los preparados que realizada.
Hoy Vita no tiene un espacio físico, sino que los productos se comercializan vía WhatsApp. El catálogo incluye crema de urucú, shampoo sólido, jabones naturales; entre otras cosas.
Tatiana combina su emprendimiento con su carrera como docente en la Universidad Popular de Misiones, donde se recibió. “También me dedico a dar talleres de plantas medicinales, jabones naturales y cosmética en general”, acotó.
Mercado
Acerca del mercado, aseguró que el mismo está en ascenso, a la par que crece la conciencia por el cuidado del medioambiente.
“Se combina las ganas de cuidar el cuerpo, la salud y el ambiente. En ese sentido va creciendo el número de personas que se interesa por estos productos”, agregó.
Tatiana remarcó que muchas veces la demanda supera la capacidad de producción que tiene, ya que ella es la única persona detrás del emprendimiento.
“A veces no puedo abarcar lo que las personas demandan. Quizás a mediano y largo plazo podría crecer más, aunque mi idea es abarcar más lo local y convertir al taller de elaboración en un espacio para visitas”, proyectó.
Sobre los tiempos de producción, precisó que dos kilos de jabones en dos horas aproximadamente, debido a que hay que preparar todos los materiales, hacer la mezcla y colocar los moldes. “Después tiene una etapa de desmoldado y de 20 a 30 días de secado. Es un proceso largo que lleva su tiempo”, sentenció la emprendedora.