Este es el segundo primer premio en la modalidad. El anterior fue en la ciudad de Apóstoles, hace tres años. Para esta ocasión, la preparación demandó cuatro meses de estricta dieta y entrenamiento bajo la supervisión de su instructora Tamara Texeira, a quien la protagonista está profundamente agradecida. Hace 18 años que Pereira Dos Santos se dedica a la actividad física, y hace unos pocos, instaló su propio gimnasio en el corazón del barrio 140 Viviendas de Garupá. “Tengo una hernia discal, pero eso no fue impedimento para lograr mi objetivo. Amo lo que hago y sigo capacitándome para brindar un buen servicio a mis alumnos. No hay cuerpos perfectos, todo se logra con voluntad y compromiso”, reflexionó tras el resultado en esta competencia.
Feliz por el logro obtenido, manifestó que “lo de la competencia surgió, sobre todo, para dar un ejemplo a mis alumnos, para ver cómo se llega. Vas estudiando y probando para ver qué es lo que tu cuerpo necesita y cómo se adapta. Para esta competencia, que tenía una idea por haber participado en la anterior, tuve una preparación de cuatro meses. Tuve que comer frutas, verduras, carne, pollo, pescado y beber solamente agua. Está contraindicada cualquier bebida alcohólica. Se deben eliminar las harinas, los azúcares, y mantener una actividad física constante”.
Para que se vayan tonificando y marcando los músculos, se necesita trabajar con peso. “En mi caso, tengo una lesión, una hernia discal, que se presentó tras la primera competencia. Eso me obligó a parar, a empezar con el tema de la rehabilitación, buscando ejercicios que podía hacer y cómo podía adaptarlos a mi cuerpo. Dije que no iba a bajar los brazos. Me animé otra vez y acá están los resultados. Me encantó. Estoy conforme con mi cuerpo y mi desenvolvimiento, adónde puedo llegar y lo que puedo transmitir a mis alumnas, porque es por ellas que estoy en esto”, comentó.
Pereira Dos Santos tiene más de 100 alumnos procedentes del barrio 140 Viviendas y alrededores. Entre ellos, una pareja que viene desde Posadas porque la mujer padece mal de Parkinson y ninguno de los gimnasios consultados quiso aceptarla por el tema de la enfermedad ya que la paciente necesita tiempo y paciencia. “Es una señora que al principio no podía moverse dentro del salón pero que luego se adaptó y ahora, cuando le doy una rutina, se desenvuelve como cualquier persona. Y lo destacable es que no falta a clases. El esposo tiene problemas cardíacos y también está haciendo actividad física de acuerdo a prescripción médica y a mis indicaciones. Noto que lo que puedo dar es mucho. Y lo bueno es que me sobra paciencia. Siempre digo a las chicas no es solo llegar con la actividad física, sino que cuenta la paciencia, el escuchar, el hecho de hacer las cosas de corazón y ver los diferentes problemas con los que llega la gente”, explicó. Añadió que en su gimnasio “hay varias personas grandes con problemas de salud. El promedio de los que acuden es entre 50 y 82 años. Ellos te traen los certificados, los análisis médicos. Una señora, por ejemplo, tiene cinco hernias de disco y hace dos años que hace actividad en este gimnasio. Ella misma me dice que esto le cambió la vida. Doy consejos que, por mi propio cuerpo, veo que dan resultados”.
Aseguró que se inició en el fitness motivada por su entrenadora y amiga Tamara Texeira. “Hace 18 años que hacemos actividad física en su gimnasio. Fui viendo y aprendiendo, y más allá de realizar los cursos de capacitación, la enseñanza en la escuela la tomé de ella. Mi hijo Lucas, que tiene 19 años y es estudiante universitario, tenía dos años y medio cuando comencé con Tamara. Nunca fui a otro gimnasio. Hace un tiempo, ella se presentaba en un evento y me preguntó si me animaba. A pesar que soy muy tímida, comprobé que, llegado el momento de la competencia, te olvidas del resto. Disfrutas el momento y ves el sacrificio que hiciste para estar ahí”, expresó.
Pereira Dos Santos se sigue preparando. “Mis cursos siempre giraron en torno a mi función como instructora y capacitaciones y, ahora, estoy haciendo un profesorado de fitness que tiene una duración de diez meses. Estoy cursando en la sede Garupá y la directora es Silvana Marcel Umpierrez, de Buenos Aires, que llegará a fin de año para evaluarnos tanto en lo físico como en lo teórico”.
“La primera vez que me presenté, ella estaba ahí”, acotó, dejando en claro la fidelidad de su amiga. “Es la que me anima, la que me impulsa. Cuando comencé con el gimnasio -hace tres años que estoy trabajando sola- había tenido un problema personal y ella me dijo ‘¿por qué no te dedicas a esto? Siempre estás conmigo, ves mi desenvolvimiento y tenés capacidad para manejar a un grupo de personas’. Probé y acá estoy. Es mi amiga y trabaja en lo mismo desde toda su vida, aun así, me sugirió que siguiera sus pasos”, declaró, agradecida.
Siempre busca dar un mensaje a la gente: “Es necesario hacer actividad física y también aprender a comer. No es no comer. Es hacerlo, pero moderadamente. No recomiendo lo que hago porque implica dieta, sacrificio y ser estricto con uno mismo. Es necesario rever el tema de la sal, del azúcar, de las harinas, podemos reducir, o elaborar nuestras propias comidas”.
Sostuvo que, “una vez que adoptás este estilo de vida, no tenes tiempo para otra cosa porque, además, soy ama de casa, me ocupo del hogar, del gimnasio, de mi hijo. Aparte, en horas de la siesta entreno con mi amiga y doy mis clases”.
“Es difícil, pero me gusta”
En Candelaria estuvo sobre el escenario. Tuvo que desfilar, presentar las poses, modelar de frente, perfil derecho, perfil izquierdo, espalda y en base a eso, fue evaluada. “Ven si tu cuerpo cumple con las normativas y a mí me fue bien. Ahora tenemos otra presentación el 29 de octubre, en Posadas, con mayores exigencias y expectativas porque será mayor el número de competidores. No será fácil, pero habrá que animarse. La idea es mostrar hasta donde podés llegar”, contó.
La última semana se complica porque “se necesita hacer una deshidratación. El cuerpo tiene que chuparse para que se note la musculación. Es difícil, pero a mí me gusta. Llega el momento y te olvidás. El fitness me cambió. Si te pones en la cabeza que no podes, no lo vas a lograr. Con el problema que tengo, demuestro que se puede, con todos los cuidados. Es importante saber las técnicas para trabajar”, indicó la deportista que nació en Garupá pero que de niña se fue a vivir a Posadas, cerca de Villa Cabello, junto a sus padres. La primaria transcurrió en la Escuela Ejército Argentino y el secundario en el colegio Santa Catalina. Luego volvió a su terruño. Su sueño es poder tener su propio lugar, algo más grande, porque en el actual espacio no puede tener a más de quince personas porque comparte el local con el comercio de su esposo Esteban.
Para iniciar la actividad, su amiga Tamara le prestó una bicicleta, una pelota para yoga o pilates y una cubierta de camión. Y ella compró dos pares de pesitas de un kilogramo, dos de tres y dos discos. “Esos eran todos mis elementos. Con eso arranqué. Después fui comprando de a poquito y lo que tengo hoy, es mío. El primer día tuve tres alumnas que eran mis amigas: Mónica, Ofelia y María Elena, que siguen conmigo, viendo mis logros”, celebró quien en vacaciones también hace gimnasia para niños de tres a siete años a fin de ir incentivando a la actividad física desde pequeños, alejándolos del sedentarismo, el sobrepeso, la diabetes.
“La primera preparación me llevó ocho meses y ahora, con cuatro meses, ya estaba lista para competir. Una vez que te concientizas es todo más sencillo porque además querés llegar y no vas a echar por la borda tanto sacrificio. Todo depende de uno”.
Recordó que “empezamos con los palitos de escoba, con las mancuernas, en lugar de pesas usábamos botellitas con arena, hasta que pude comprar los complementos. Ahora tengo prensa para hacer sentadillas, la de cuádriceps, los multigimnasio, tengo lo esencial para poder trabajar. Pero, de acuerdo al profesorado que estoy cursando, no necesitas tantas máquinas, con que trabajes con tu cuerpo, te podés defender muy bien porque abarca la parte aeróbica, localizada, fitness de combate. Es todo trabajo con el cuerpo”.