“Después de la tanda de 500 pollitos que nos permitió traer el Senasa hace algunos meses continuamos con la planta de faena paralizada, y sin posibilidad de reactivar, porque no nos habilitan y vamos de mal a peor”.
En estos términos, el presidente de la Cooperativa Avícola de Wanda, Samuel Doichelle, contó a PRIMERA EDICIÓN el difícil momento que atraviesa la entidad.
“Sin la habilitación de parte de la Provincia, que es lo que está pendiente, no podemos recibir más pollitos. Pero el acta firmada con Senasa nos obliga a tener el aval jurisdiccional y como no hubo caso de lograrlo estamos parados”, amplió.
“La Municipalidad nos habilitó, por ese lado estamos tranquilos y ahora dependemos de la buena voluntad de los ministerios del Agro, Industria, Salud y Ecología donde nos reciben muy bien, entregamos la carpeta, no una sino varias veces y como no se ponen de acuerdo, nos dan vueltas sin darnos soluciones”, se quejó.
Y acotó: “No existe ningún acta donde se nos cuestione si la planta es chica o si no hay higiene adecuada. Solo nos dicen que sí y a la hora de la verdad no nos dan nada. Pasan los meses de excusa en excusa. Primero fueron las restricciones por la gripe aviar, que ahora ya están levantadas y tampoco hay caso”, lamentó.
De hecho, antes de estar metidos en el laberinto burocrático de tantos ministerios, la cooperativa avícola carecía de una habilitación municipal, que inclusive los llevó a mudarse de predio varias veces.
“No sabemos cómo tomar tanta negativa, pedimos trabajar para llevar el pan a nuestros hijos”, remarcó el productor y dirigente.
Están todos los equipos parados
Si bien la granja y el transporte de la cooperativa cuentan con la habilitación del Senasa como corresponde, el desacuerdo sobre el procedimiento local para avanzar en ese mismo sentido mantiene totalmente paradas las máquinas de faena, con todo el problema que eso implica: lucro cesante y desgaste.
“Cada vez que nos rechazan la carpeta y la volvemos a presentar pedimos que nos dejen por escrito la documentación faltante, pero ni siquiera eso nos dan. En su momento, no nos dejaron avanzar porque no teníamos título de propiedad y se nos hizo trasladar la máquina de faena de un lado a otro, para que igual no nos habiliten. Hasta nos llegaron a decir que perdieron la documentación, que lo único que podemos pensar que no hay intenciones de levantar las trabas”, dijo Doichelle.
Esa situación los dejó con un paro total y sin poder pagar las deudas que contrajeron para comprar todo el equipamiento.