Presuntos integrantes de una gavilla que asolaba la capital y que fue desbaratada días atrás por la policía, fueron indagados por el juez de Instrucción 2 Juan Manuel Monte, al menos dos de los cuatros detenidos, quienes negaron los cargos. Los restantes se abstuvieron y todos fueron imputados provisoriamente por “robo”.
Fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN confirmaron que ayer se concretó la audiencia indagatoria para los cuatros hombres de entre 26 y 34 años, sospechados de integrar una banda delictiva dedicada al robo de motocicletas en la zona capital.
Dos de ellos declararon y negaron ser parte de la banda y los restantes, se abstuvieron. En la oportunidad igualmente fueron imputados provisoriamente por “robo” mientras se evalúa agregar al proceso “asociación ilícita” y también resta definir o probar que en uno de los lugares allanados se realizaban riñas de gallos, una contravención más que sumarían. Las mismas fuentes indicaron que seguirán detenidos hasta avanzar con los puntos antes mencionados.
El hecho se conoció el sábado cuando investigadores de la Unidad Regional I, con la colaboración de los barridos de registros de cámaras de seguridad del Centro Integral de Operaciones 911, lograron desmantelar durante esa madrugada una organización de ladrones de motocicletas que habría registrado una seguidilla de golpes en Posadas.

Bajo las órdenes y participación directa del juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, fueron detenidos los cuatro integrantes de la banda y se secuestraron elementos de flagrancia delictiva, entre ellos, una camioneta Trafic blanca y una motocicleta Honda XR-250 Tornado, vehículo estimado en seis millones de pesos y que fue “levantado” por los sospechosos un día antes estacionado sobre la calle Hipólito Yrigoyen.
Durante los operativos policiales también secuestraron seis gallos de riña en el fondo de una de las propiedades allanadas. Los detenidos cuentan con antecedentes por delitos contra la propiedad, tienen entre 26 y 34 años de edad, y estaban señalados como piezas centrales de cada robo de una motocicleta en la zona.