El autor del ataque había sido su vecino y fue detenido por la policía muy cerca de la vivienda donde había ocurrido el hecho. La novedad que hubo en el expediente en los últimos días fue la solicitud de la fiscalía respecto al acusado que derivaría en que no vaya a juicio.
Según pudo saber este Diario, la Fiscalía de Instrucción 3 de Puerto Iguazú solicitó que el joven (actualmente de 28 años) señalado como el autor, sea declarado inimputable. No es que el examen psicológico haya indicado que tiene alguna patología y no comprende la criminalidad de sus actos, sino que el pedido de inimputabilidad radica en que estaba en estado de “ebriedad total”. Por ende se desprende según la opinión del Ministerio Público, que no tenía la suficiente racionalidad al momento de atacar a la víctima y a su marido.
La opinión de la fiscalía quedó a consideración del juzgado a cargo del magistrado Martín Brites, quien deberá resolver si hace lugar a esa solicitud o si la rechaza. De decidir por la negativa la causa estaría muy cerca de cerrarse para ser elevada a debate.
El sábado 5 de noviembre del año pasado, el sospechoso ingresó a la vivienda de la víctima, ubicada en Paraje Aguaray Guazú, a unos 20 kilómetros de Puerto Esperanza. Ella descansaba junto su esposo de 60 años, cuando el joven los atacó a machetazos pero quien se llevó la peor parte fue Rosula Concepción Benítez Garcete (73). El hombre alcanzó a salir de la vivienda en busca de señal para pedir ayuda a la policía por las heridas graves que tenía su mujer.
El autor fue detenido por la policía a los pocos minutos tras un rastrillaje. En tanto la mujer fue derivada de urgencia a Eldorado.
Los médicos constataron fractura de cráneo e isquemia cerebral masiva a causa de los machetazos. Al día siguiente ella entró en coma y finalmente el 13 de noviembre fue informado su deceso.
Respecto al sospechoso había sido detenido acusado por el delito de “lesiones graves y amenazas”, pero al morir la víctima la causa fue recaratulada como “homicidio”. De ser hallado culpable en juicio podría caberle una condena de entre 8 a 25 años de prisión.
En marzo de este año al sospechoso le fue dictada la prisión preventiva. Tanto en su primera indagatoria como en la segunda, se negó a hablar ante el juez para explicar lo que había hecho.
De la investigación surgió que tenía una enemistad con el matrimonio. Parece que esa noche decidió zanjarla luego de beber de más, según señaló la fiscalía respecto al estado en el que se encontraba al momento del acto criminal.