Costó, pero logró sumar de a tres, que es lo más importante para un equipo que debuta como local en un torneo tan corto como es el Regional Federal Amateur de fútbol. En el estadio Alfonso Feversani, Atlético Oberá se impuso por 1-0 a Mandiyú de Garuhapé, con gol de Ernesto Joaquín, ya cuando el juego llegaba a su fin y con ambos equipos con un hombre menos.
El Decano dominó casi todo el partido, pero solamente pudo hacer la diferencia sobre el final del partido. Joaquín, que ingresó desde el banco, le dio el triunfo al conjunto obereño.
Si bien el encuentro comenzó siendo muy parejo, con poco juego de ambos lados, de a poco fue creciendo la superioridad del conjunto local, sobre todo después de la temprana expulsión del delantero visitante, Leandro Martínez.
El nueve disputó un balón con el lateral Leo Meza en la línea del fondo de Atlético. La pelota se fue al tiro de esquina, en ese momento, Martínez tomó la pelota y se la tiró en la espalda de su rival. El árbitro observó toda esa situación y no dudó en expulsarlo al delantero de Mandiyú.
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Jugar con 10 hombres es demasiado desgastante para un equipo y más si se tiene en cuenta que la roja fue en el primer tiempo. Sin embargo, el Verde de Garuhapé no se amilanó ni se tiró atrás. Sí tomó sus recaudos, pero cada vez que pudo salió de contragolpe.
El Decano obereño confundió los caminos en esa primera mitad, prefirió ser directo con envíos largos antes que colocar el balón en el piso y jugar corto.
Eso favoreció al equipo de Garuhapé, que siguió bien plantado en defensa y controló a los jugadores más peligrosos del local. En este sentido, el Decano logró apoderarse del balón, pero no fue profundo en ataque y por eso se fueron al descanso sin abrir el marcador.
Dominio obereño
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El segundo tiempo comenzó igual que el encuentro, bastante parejo y con demasiada fricción en el mediocampo.
Atlético Oberá sin ideas, no supo aprovechar que tenía un hombre de más, mientras que Mandiyú se aferró a cuidar su propio arco.
El dominio del juego y del balón era todo del local, con muchas llegadas arco defendido por Martín López, pero a los delanteros obereños les faltó definición. Encima, a poco del final también vio la roja el habilidoso Nico Portillo.
Mandiyú, por su parte, apostó a los pelotazos para la velocidad de sus jugadores ofensivos, pero también se encontró con una defensa local muy bien parada y que despejó todo lo que llegó por arriba.
El encuentro iba a un reparto de puntos seguro y era negocio redondo para el visitante. Pero, en el tercer minuto de adición apareció Joaquín para marcar el agónico gol que desató la locura obereña.
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