Durante todo noviembre se lleva adelante la campaña del “Mes Azul”, que busca concientizar a todos los hombres, en especial a partir de los 50 años, para realizarse un chequeo de la próstata y así detectar o prevenir la aparición este cáncer.
“Lo que tratamos de hacer en noviembre es que el hombre también se cuide, así como se hace en octubre con la mujer (mes rosa contra el cáncer de mama). Concientizar puntualmente en la salud prostática, que es lo que más hacemos hincapié, ya que es el cáncer más frecuente en el hombre y uno de los que más muertes causa, siempre hablando de lo oncológico“, indicó Marcelo Cabañas, urólogo del Parque de la Salud.
El especialista destacó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones que, a diferencia de lo que ocurría décadas atrás “ahora los hombres, sobre todo jóvenes, consultan mucho más, hacen más prevención, van más al médico clínico, se cuidan mucho más”
Sin embargo, el gran desafío está en “llegar a la población donde aparece esta patología con más frecuencia, y que es generalmente en los hombres de más edad, estas personas que hablamos que todavía tienen la conducta de no consultar, los de 50, 60, 65 años. Ese es el mensaje, llegar a esa gente para que se controlen porque ahí es donde está la frecuencia y el riesgo de esta enfermedad”
Precisamente, Cabañas señaló que el principal factor de riesgo para el cáncer de próstata es la edad. “Esta patología ocurre en general entre los 60 y 65 años con más frecuencia. Si bien vemos tumores de próstata en personas más joven, es mucho más raro que ocurra en gente menor a 40 años”
El otro factor importante es el antecedente familiar. “La Sociedad Argentina de Urología sugiere que a partir de los 50 años nosotros hagamos los controles prostáticos, pero si el hombre tiene un antecedente de riesgo, sobre todo en un padre, un hermano o un abuelo, corresponde que se haga a partir de los 40 años el control del famoso PSA (Antígeno Prostático Específico, por sus siglas en inglés)”
La importancia de la detección precoz
Como ocurre con la mayoría de los tumores, una detección precoz puede favorecer el tratamiento y la curación de este cáncer.
“Cuando hablamos del Mes Azul es para concientizar al hombre de que consulte al médico, no importa que nos sea al urólogo, pero que consulte, se haga ver, se haga un análisis de sangre, una ecografía, ya que hay muchas patologías. También los jóvenes donde también son frecuentes los tumores de testículos entre los 20 y 30 años”, insistió Cabañas.
Pero refiriéndose puntualmente al cáncer de próstata, es aun más fundamental si consideramos que estos tumores “no dan síntomas, son muy silenciosos y de muy lenta evolución”.
A modo de ejemplo, el urólogo desmintió una creencia popular, de que la dificultad para orinar está relacionada con el cáncer de próstata: como esta glándula se ubica debajo de los riñones, “todas las patologías, inflamaciones o agrandamientos van a dar síntomas urinarios, por la localización anatómica que tiene, pero nada tiene que ver con la orina”, explicó.
“En general cuando los pacientes tienen problemas para orinar no tiene que ver con una patología maligna, generalmente son crecimientos benignos. Estos tumores se localizan más en la zona periférica de la glándula, por lo tanto, tampoco dan síntomas cuando crecen“, agregó.
“Básicamente lo que nosotros hacemos en la prevención es tratar de ir a buscar esos tumores que no dan síntomas, y en ese momento, si logramos encontrar un tumor en su etapa inicial, podemos curar esa enfermedad, por eso hacemos mucho hincapié en la prevención”
El diagnóstico
Muchas veces los pacientes evitan realizarse estos chequeos por el temor o la incomodidad que puede llegar a generar el examen del tacto rectal. Pero Cabañas aclaró que, si bien es una técnica muy útil que se sigue implementando, existe todo un procedimiento previo para detectar el estado de la próstata.
“Siempre le pedimos al paciente de más de 50 años una ecografía de testículos, riñones, próstata y vejiga, y el PSA, que es una sustancia química que aparece en sangre y es liberada por la próstata. Cuando el PSA está aumentado, lo que nos alerta es que la próstata está enferma, pero no necesariamente tiene que ser un cáncer, puede ser también una patología benigna o una patología inflamatoria”
“Que esté aumentando el PSA es lo que a nosotros nos hace saltar la alarma y donde le indicamos al paciente un tacto rectal. Pero hoy contamos con herramientas más específicas y sensibles desde el punto de vista de la imagen, como es una resonancia de próstata donde podemos ver lesiones, y después con una biopsia de próstata vamos a hacer el diagnóstico del cáncer, todos esos son pasos que nosotros hacemos para llegar al diagnóstico”, cerró.