“Así como está, el edificio es inhabitable”, sentenció el ingeniero Kristian Edsberg, a quien la Municipalidad de Posadas recurrió como consultor para saber qué hacer con el inmueble que fue clausurado preventivamente sobre la avenida Mitre casi San Luis tras ceder parcialmente su estructura el pasado sábado.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, el experto ratificó que el dictamen que remitió este martes a la Comuna indica la necesidad imperiosa de apuntalar el edificio Sofía, pero más allá de eso, admitió que su consejo al propietario es directamente la demolición.
“Creo que se va a demoler, sería un gasto infernal arreglarlo para seguir teniendo una estructura que tiene cincuenta y pico de años, que el día de mañana podría denotar otro problemita y sería grave”, remarcó Edsberg, aunque aclaró que “es una decisión meramente del propietario. Nosotros opinamos y ayudamos a decidir, pero siempre todo pasa por la parte económica, son negocios”.
En cualquier caso, remató, “al margen del negocio, lo que convenga o no convenga económicamente, ese edificio no está bien y el día de mañana puede volver a presentar problemas. Y como consultor externo de la Municipalidad, (entiendo que) el municipio no puede tomar ese riesgo. Ahora, si viene una empresa que gasta un fangote de dinero y lo arregla y le agrega columnas, bueno: se verifica, se aprueba la estructura y acá no pasó nada. Ahora, si eso es conveniente económicamente o no, será decisión del propietario“, insistió.
Entretanto, en lo inmediato, advirtió que “hay que apuntalar por lo menos tres pisos, porque si llega a fallar una losa de arriba, la de abajo no soporta la carga. Esa estructura ya tiene una deriva de más o menos 12 centímetros, está torcida. ¿Y qué pasa con las otras columnas, que a lo mejor están subdimensionadas, como esta que falló? El apuntalamiento hay que hacerlo obligatoriamente para reforzar la estructura, ya sea para hacer las reparaciones o para demoler“, explicó.
Edsberg detalló también con qué se encontró el sábado, cuando fue convocado por el secretario de Planeamiento Estratégico de la Comuna, Marcelo Mazur, que fue quien tomó intervención en el caso nada más conocerse el problema: “La obra es de cuatro pisos y solo tiene cuatro columnas estructurales. Eso es lo grave, porque tiene diez metros de luz (distancia entre las columnas), paralela a la avenida, y al tener solo cuatro columnas, cuando falla una, no hay manera de que toda esa carga se redistribuya en otra. Entonces, el problema es el siguiente: si esa columna falla, el edificio se desploma. Y ya había perdido verticalidad“.
A tal punto estaba la situación que el ingeniero confesó que en las primeras horas “estábamos esperando el desplome del edificio, pues la mampostería que está sobre la playa de estacionamiento es una mampostería de ladrillos comunes, pero con mezcla de adobe, de barro, y hace mucho tiempo está fisurada, y la estructura tampoco tiene vigas en el sentido de la medianera, sólo tiene vigas de 10 metros en paralelo a la avenida Mitre. Todos esos agravantes hicieron que tomemos los recaudos de inmediato”.
En ese sentido, justificó no sólo el desalojo del edificio y del contiguo, sino también el cierre del tránsito sobre la avenida Mitre: “El edificio, cuando caiga, no cae como un ladrillo que uno lo empuja y cae enterito: se desploma y los pedazos van a llegar hasta el Paseo La Terminal, porque tiene 10 metros y pico de altura”.
“Suponemos que esa columna coincide con la entrada de agua del medidor. Los medidores siempre pierden agua y cambian las condiciones del suelo donde apoya esa zapata, que no estaba calculada por las planillas que tenemos de los años 70. O sea, se hizo todo como se hizo. Ese edificio hace muchos años se está fisurando, estaba avisando de que iba a colapsar, pero nadie lo tuvo en cuenta”.