Kéfir es considerado “el gato más grande del mundo” y su tamaño inmenso le permite abrir por sí solo una puerta con manija. A los pocos meses de su nacimiento fue adoptado por una mujer que vive en Rusia y desde entonces no ha parado de crecer.
Ahora es furor en las redes sociales donde su dueña lo muestra en distintas imágenes como para mostrar su gran tamaño.
El felino es de la raza Maine Coon, famosa por representar a gatos grandes. Por lo tanto, su dueña imaginó que iba a tener un tamaño por encima del promedio, pero jamás imaginó que iba a llegar a semejante dimensión.
Yuliya Minina es una mujer de Stary Oskol, Rusia, y afirma que su gato de tres años “es el más grande del mundo”, a pesar de que aún no recibió el reconocimiento de los Récord Guinness.
Si bien no está claro que tan grande es Kéfir hoy en día, cuando tenía dos años ya pesaba más de 12 kilos y medía más de 150 centímetros. Incluso, en un vídeo del se logra ver como el gato tiene casi la misma altura que una niña de 4 años, hija de su dueña.
Kéfir aprovecha su altura para poder abrir puertas poniéndose sobre sus patas traseras y tirando de la manija, en especial de la que da paso al patio de la casa. Allí, el gato se comporta como todos los demás, revolcándose entre la tierra y trepando árboles, a pesar de su tamaño.
Se caracteriza por su gran pelaje blanco y su extensa cola que tiene prácticamente la misma longitud que el cuerpo. Es debido a ese color intenso en su pelo que fue llamado Kéfir, ya que ese nombre hace referencia a una marca de leche fermentada rusa. +
Fuente: perfil.com