Una de las plantas infaltables en el jardín, sobre todo si sos amante de los dulces aromas, es la lavanda. Aunque su aroma no es lo único que la hace popular, puesto que el característico color violeta de sus flores como, así también, los beneficios que conlleva su consumo o ubicación en algún punto estratégico del hogar, hacen que todo el mundo quiera tenerla.

La lavanda pertenece a la familia de plantas Lamiaceae y es oriunda del Mediterráneo, el sur de Europa y algunas partes de África. Y, como bien dijimos antes, tiene una gran cantidad de propiedades terapéuticas, beneficiosas para las personas.
Si por todo esto te interesa tener tu propia lavanda en tu hogar o jardín, aquí te traemos los tips definitivos para su cultivo y mantenimiento. De esta forma, podrás decorar cada rincón con su elegancia, belleza y dulce aroma.
Desde Ecología Verde hablan de la mejor temporada para cultivar lavanda, la cual depende de la zona en la que esté ubicada.
“Si vives en una zona de clima cálido o suave, el mejor momento para la siembra o para plantar la lavanda es en otoño”, aseguran desde el sitio de jardinería. En cambio, si la zona es más fría lo mejor será sembrar la lavanda al comienzo de primavera.
Cómo cultivar lavanda con semillas
Hay dos formas de plantar lavanda. El proceso que explicaremos primero es aquel que se realiza con semillas.
Prepara un sustrato rico en nutrientes y con una textura suelta para proporcionarle a la lavanda un buen drenaje. Los expertos recomiendan hacer una mezcla con humus de lombriz, turba y fibra de coco a partes iguales.
- Un día antes de sembrar las semillas, riega bien el sustrato para que esté húmedo.
- Desde Ecología Verde aconsejan comenzar la siembra por la mañana. “Entiérralas aproximadamente a 1 cm de profundidad y, si pones varias de ellas en la misma maceta, respeta alrededor de 3 cm de separación entre ellas”, señalan los jardineros.
- Mantenlas en una zona cálida, que ronde los 20 grados.
- Una vez que las semillas germinen, puedes trasplantar los plantines en una maceta o en suelo directo.

Ahora, para poder cultivar la lavanda en suelo debes seguir estos pasos:
- El primer paso será remover y preparar el terreno.
- Luego, realiza un agujero bien profundo.
- Allí coloca la lavanda con sus raíces.
- Lo que sigue es cubrir el agujero y la base de la planta con tierra.
- Finalmente, sólo tendrás que regar la planta con fertilizante y, de la segunda vez en adelante, agua.