1. Abrazar ayuda a reducir el estrés
Según estudios científicos, abrazar a una persona que está pasando por un mal momento puede ser algo muy beneficioso, pues puedes ayudarla a reducir su estrés y que se sienta reconfortada. Es una acción que no cuesta absolutamente nada, pero la persona que está pasando por algo desagradable o doloroso lo agradecerá. Y cuando seas tú quién lo necesite, también te sentirás mejor.
2. Mejoran la salud cardíaca
De acuerdo con un estudio realizado a 200 adultos, que se dividieron en dos grupos, los abrazos pueden ser positivos para la salud del corazón. En dicha investigación quedó demostrado que aquellos participantes que habían estado durante 10 minutos dándose la mano y luego se fundieron en un abrazo de 20 segundos, mostraron mayores reducciones en los niveles de presión arterial y frecuencia cardíaca que los otros participantes, que estuvieron 10 minutos sin ninguna muestra de afecto.
3. Pueden protegernos de enfermedades
Aunque también puede parecer difícil, un estudio determinó que los abrazos pueden reducir la posibilidad que una persona enferme. En concreto, dicha investigación concluyó que los participantes que recibieron abrazos tuvieron menos probabilidades de enfermar, y si lo hicieron, presentaron síntomas menos severos que aquellos que no recibieron cariño, que estuvieron peor.
4. Los abrazos reducen los miedos
También está científicamente comprobado que abrazar y la sensación de sentirse abrazado puede reducir la ansiedad en personas con baja autoestima. Por ejemplo, de pequeño, ¿quién no ha tenido miedo o ha llorado por algo, y su salvación ha sido abrazar a algún peluche u objeto? Una muestra más de que un abrazo tiene muchos beneficios emocionales y hasta físicos.
5. Es otra forma de comunicación
Hay la frase de que “un hecho vale más que mil palabras”, algo que también se puede traducir a un buen abrazo. Porque aunque muchas veces necesitamos expresar verbalmente aquello que sentimos, hay ocasiones en las que un abrazo transmite mucho más que cualquier frase.
“La oxitocina es la hormona de la empatía, la hormona de los abrazos”, asegura la psiquiatra e investigadora. Lo que funciona según explica ella son abrazos de más de 8 segundos. Ese es el tiempo que necesita el cuerpo, según nos cuenta la doctora, para liberar la hormona de la oxitocina. Abrazos de más de 8 segundos, bajan el cortisol, hablar con alguien a los ojos y escucharle con plena atención”.
Colabora Luciana Amado Siry
Espacio Wellness
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